Quienes somos ] Boletin ] Busqueda ] Pinochet en Londres ] Centros Detencion ] Complices ] Empresas ] Fallos ] Criminales ] Tortura ] Exilio ] ecomemoria ] Desaparecidos ] Ejecutados ] Testimonios ] English ]

TODAS  IBAMOS A SER REINAS - Extracto

Estudio sobre nueve mujeres embarazadas que fueron detenidas y desaparecidas en Chile  - Serie Verdad y Justicia - Volumen 1 - CODEPU  - 1990


GLORIA XIMENA DELARD CABEZAS.

 

Tenía 23 años cuando desapareció el 17 de enero de 1977. Era la segunda de cinco hermanos. Su hermana Carmen, un año mayor, fue se­cuestrada y hecha desaparecer al igual que ella en Argentina.

Gloria nació en Ovalle, el 30 de junio de 1954, donde vivió hasta la edad de 5 años. Era casada con Roberto Cristi Melero, joven militan­te del MIR. Roberto había nacido el 17 de septiembre de 1950. Tenía 27 años cuando fue secuestrado junto a Gloria.

Tenían dos hijos, Roberto de 3 años y Paula de 2. Al momento de su detención Gloria estaba embarazada de 3 meses.

 

De ascendencia francesa, había nacido en un hogar de buena si­tuación económica, con buenas relaciones humanas y en un ambiente de serenidad y alegría.

 

Pequeñita de estatura. Delgada - muy morena, pelo muy negro y llamativo, ojos café, labios gruesos, ancha sonrisa. Le decían “la negra”. Desde niña mostró un carácter muy dulce; hablaba con una voz suave y linda. Pero tenía sus explosiones, era algo celosa de su hermana Carmen a la que sentía era la preferida de su padre. A pesar de ello siem­pre fueron muy unidas; jugaban, leían juntas y con el tiempo sus ideas, creencias y principios eran casi idénticos. Eso sí, Gloria era más callada. Ambas generosas y sensibles frente a los niños pobres de Ovalle. Gloria todo lo daba desde muy niñita. En septiembre de 1959 el padre es trasladado a Santiago. Las her­manas entran a estudiar al Liceo No 1. Muy buena alumna, excepcional­mente hábil para las matemáticas, sacó el puntaje más alto de su curso en esta materia en la prueba de Aptitud Académica. Carmen se va a Valdivia en 1969 a estudiar Medicina. Un año después Gloria parte a Concepción a estudiar Economía. En la univer­sidad conoce a Roberto Cristi y se hacen rápidamente amigos y compa­ñeros inseparables. Cursaban tercer año de economía al momento del golpe.

 

Luego del 11 de septiembre Gloria y Roberto no vuelven más a la Universidad y deben esconderse pues eran intensamente buscados de­bido a la militancia que ambos tenían. Igual cosa sucede con Carmen y su cónyuge, José Luis Appel, en Valdivia. Los cuatro jóvenes logran lle­gar con mucha dificultad a la casa de sus padres en la calle José de Mo­raleda en Santiago. Se ocultan durante un tiempo en una casa en la pla­ya, pero la persecución, la tortura, el desaparecimiento de muchos de sus compañeros los acosan. Deciden entonces viajar a Argentina, donde so­licitan visa de residencia.

Roberto y Gloria concurren junto con sus hijos al Alto Comisio­nado para los Refugiados de las Naciones Unidas, ACNUR, con sede en Buenos Aires, a solicitar el estatuto de refugiados políticos porque se en­teran de que eran buscados por agentes de seguridad chilenos en Argen­tina.

 

El 17 de enero de 1977 a las 0.30 hrs. varios agentes de seguridad ingresan a la casa, ubicada en la calle Castelli 1270 B del Barrio Ramón Mejías de Buenos Aires.

 

Los dos pequeños hijos de Gloria, Roberto y Paula, presenciaron el allanamiento a la casa y la tortura de su padre, declaran vecinos que anteriormente habían sido interrogados mostrándoles fotos para reco­nocerles. Según estos vecinos a Roberto le aplicaron electricidad y lo quemaron con una plancha. Al cabo de una hora y media de gritos y llan­tos, Gloria y Roberto son sacados casi inconscientes fuera del hogar. Los dos niños son entregados a los vecinos.

 

Al día siguiente los agentes volvieron a revisar la casa. Les mos­traron fotos a los vecinos y dijeron que a Carmen, la hermana de Gloria, y a José Luis, ya los tenían detenidos.

 

En efecto, José Luis Appel De La Cruz y Carmen Delard se ha­bían establecido en Cipolletti, pueblito de Neuquén, Provincia de Río Bueno, en Argentina. José Luis fue detenido el 10 de enero de 1977 cuan­do caminaba por la calle. Carmen al divisar el secuestro, ya que se en­contraba distante de él, regresó a su casa y dejó a su hija con unos veci­nos. Luego se dirigió a la Comisaría de Policías a hacer la denuncia. De allí no regresó nunca más.

 

Siete días después detienen a Gloria y a Roberto en Buenos Ai­res.

 

No tenemos ningún testigo ni antecedentes de lo que puede ha­ber sucedido con todos ellos, luego de sus secuestros.’

........................

 

Los padres de Gloria Ximena y de Carmen Delard viven actual­mente en París, Francia. Allí los encontramos al igual que a sus 3 nietos, hijos de ambas hermanas, que viven con ellos desde hace 13 años. Vic­toria Lucía, hija de Carmen, había nacido en Buenos Aires y tenía 4 me­ses y medio cuando su madre la deja al cuidado de una familia chilena que vivía en Cipoletti, Provincia de Neuquén, y Roberto y Paula -hijos de Gloria Ximena- quienes luego del secuestro de sus padres fueron en­tregados por los asustados vecinos a un orfelinato. En Francia supimos también del posible destino de Gloria y del hijo que debía nacer en ju­lio de 1977, o sea el tercer hijo de Gloria y Roberto Cristi.

 

El padre de Gloria es médico. Ejerció primero como médico de Ovalle hasta 1959, allí nacieron sus 4 primeros hijos.

 

Su esposa Carmen, según su marido “siempre aportando cariño, afecto al hogar; a sus 5 hijos a quienes cuidó a! igual que ahora a sus nietos con extraordinaria paciencia y suavidad”. La casa en París es una ca­sa abierta, acogedora. En las caras de sus nietos, en sus miradas y risas está la presencia de Carmen y Gloria.

 

Orlando Delard se recibió de médico en la Universidad de Chi­le en el año 1953. Al momento del golpe trabajaba en el hospital Barros Luco en el Servicio de Ginéco-Obstetricia y en el Hospital de la FACH. Luego del 11 de septiembre la Fuerza Aérea le hace un proceso por ser “simplemente un hombre de ideas de izquierda, de ideas libres. No un mi­litante”. No fue detenido pero no pudo seguir trabajando.

 

El doctor Orlando Delard nos cuenta que él y su esposa protegen á Carmen y Gloria al igual que a José Luis Appel y Roberto Cristi cuan­do ellos logran llegar a Santiago.  En la casa de la calle José De Moraleda Carmen y José Luis Ap­pel se casan el 15 de noviembre de 1973, los padres del novio asisten al matrimonio. Una semana antes se habían casado Roberto y Gloria. Los 4 habían decidido salir hacia Argentina pues los buscaban pa­ra detenerlos.

 

Un amigo de la familia del doctor Delard, el señor Rene Gajardo Torres se ofrece para ayudar en esta salida del país a Gloria, Carmen y a sus respectivos cónyuges. René Gajardo era militar de las fuerzas ar­madas chilenas, retirado meses antes del 11 de septiembre de 1973. Di­ligentemente prepara la salida, primero de Carmen y José Luis, final­mente los lleva a Mendoza dejándolos en la casa de un ex militar argen­tino. Carmen y José Luis abandonan rápidamente esta casa, no sin difi­cultades. Gloria y Roberto viajan directamente a Buenos Aires unos días después. Allí, como sabemos, obtienen residencia.

 

En febrero de 1974 Orlando Delard sale de Chile, primero va a Brasil, finalmente decide ir a Argentina a reunirse con sus hijas. El 19 de mayo de 1974 su esposa llega con los otros tres hijos a Buenos Aires. En ese tiempo Carmen, José Luis, Gloria y Roberto vivían en una pensión. “Los cuatro eran muy unidos” y rechazan una y otra vez la petición de los padres de viajar a Europa. “Tenían la esperanza de que la dictadura en Chile no duraría mucho tiempo”. Finalmente el doctor Delard viaja el 14 de diciembre de 1974 al extranjero a buscar trabajo. Obtiene un buen puesto en Argelia y hasta allá viaja su esposa Carmen con sus 3 hijos me­nores. Carmen y Gloria quedan en Argentina.

 

A fines de enero de 1977 la familia Delard recibe un telegrama de un joven chileno residente en Argentina avisándoles que viajen ur­gentemente a buscar a sus hijas y a sus 3 nietos. Empiezan las averigua­ciones y los contactos. Organismos de Derechos Humanos franceses y las mismas Naciones Unidas inician las gestiones para encontrar a las hermanas Delard, a sus esposos y recuperar a los hijos de ellas: Rober­to, Paula y Victoria Lucía.

 

Finalmente, tras 6 meses de búsqueda en Argentina (sometida en ese tiempo a la dictadura instaurada en 1976) sólo logran recuperar a los 3 niños. Roberto y Paula en un orfelinato, Victoria Lucía bajo la protec­ción del Obispo de Neuquén. Es la hermana de Roberto Cristi la que viaja a Francia con los 3 niños. “Asustados, pálidos, tristes sus ojos de ni­ños no tenían brillo, comían con las manos y con ansiedad se abalanzaban sobre la comida. Paula lloraba permanentemente, Roberto casi no habla­ba. Paula tenía diarreas frecuentes y tardó mucho en volver a contener sus esfínteres, igual que Roberto que tuvo enuresis, micción nocturna, hasta muy grande, además de sentir fobia a las planchas eléctricas”.

 

Meses después de la llegada de los niños, que fue el 16 de julio de 1977, René Gajardo Torres, con oficina en MacIver 376 les escribe avisándoles que Gloria Ximena había tenido una niña, agregando ante­cedentes sobre el peso y estado de salud. ¿De dónde obtuvo él estos an­tecedentes?. Un sacerdote llamado Carlos Brunet de la orden Merceda­ria, Capellán Militar con residencia en la calle Reconquista 163 de Bue­nos Aires, habla informado que Gloria Ximena había tenido una hija, la cual estaba en un convento de las monjas Pasionistas de la Argentina.

Los esfuerzos por confirmar estos datos son asumidos por un ami­go y colega de Oscar Delard, el doctor Alfonso Chelen, quien el 19 de abril de 1980 escribe a la familia Delard diciendo “el sacerdote Carlos Brunet es depositario de todos los antecedentes”.

 

Diez años después nada se sabe. Las abuelas de la Plaza de Ma­yo de la Argentina están en permanente comunicación con la familia De­lard. Ellas les informan que un ex prisionero argentino, a quien ellas ubi­caron había estado con Gloria y Roberto en la Escuela de Mecánica de la Armada, transformada en cárcel en Argentina. Gloria estaba embara­zada aún y se encontraba “anímicamente muy mal. Roberto intentaba ani­marla siempre”.

Roberto, Paula y Victoria Lucía han crecido junto a sus abuelos a quienes llaman padres. Las dos niñas se parecen extraordinariamente a la foto que nos dieron de Carmen y Gloria.

 

  Estas paginas han sido preparadas y son mantenidas por: Proyecto Internacional de Derechos Humanos - Londres © 1996 - 2015