Schreiber Rauschenberg Albert

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El ángel de la muerte protege al espía

Fuente : La Nación, 5 de Agosto 2007

Categoría : Prensa

Cuatro años fuera de Chile parecen no incomodar a Albert Schreiber. El temple duro que forjó como contador de Colonia Dignidad no ha desaparecido e incluso su aspecto físico, siempre pulcro, se ha relajado al punto que ahora se atreve a usar barba.

El ministro en vista en los juicios contra la Colonia, Jorge Zepeda, solicitó dos veces su extradición desde Alemania, donde Schreiber se encuentra desde hace seis años, porque considera que es el último eslabón que falta para desentrañar los misterios que rodean al enclave alemán: la compra de armamento en el extranjero –especialmente el destino del dinero- y la desaparición de opositores a la dictadura militar.

Respecto a este último tema, Schreiber posee información relevante sobre destino de decenas de desaparecidos que no estaban entre aquellos que en 1978 fueron exhumados y quemados con fósforo químico.

A pesar de la insistencia de la justicia chilena, que ha enviado dos solicitudes de extradición, el gobierno alemán se ha mantenido fiel a su política de no entregar a ciudadanos alemanes a tribunales extranjeros, y Schreiber ni siquiera ha sido detenido. La última imagen disponible del fugitivo, que data de comienzos de julio, pertenece a un video de los sermones del predicador Edward Frank, quien preside el movimiento Misión de Personas Libres, una secta protestante que envía periódicamente mensajes religiosos a sus seguidores en Chile.

Hace unos meses, el programa Monitor, de la cadena de televisión WDR, mostró la casa de Schreiber en la localidad de Krefeld, al noroeste de Düsseldorf.

Poco después, sin embargo, “El espía” -apodo que el ex contador de Schäfer recibía en la Colonia- se marchó de ahí sin dejar rastro.

Los constantes desplazamientos del ex jerarca de Dignidad, sin embargo, no son sólo mérito suyo. Fuentes judiciales señalaron a LND que Schreiber está establecido ahora en Burgau, un pueblo de Baviera, donde cuenta con la ayuda del que alguna vez fue el entorno del fallecido médico nazi Josef Mengele, “el ángel de la muerte”, y de los cercanos al ex oficial nazi Walter Rauff, quien residió en Chile desde 1958 hasta su muerte en 1984.

El nexo de Mengele con Dignidad y su ex contador habría surgido en los 50, cuando el médico de la SS se refugió en Argentina escapando de una condena a muerte por el asesinato de miles de judíos en Auschwitz. En esa época, el padre del siniestro doctor, Kart Mengele, era dueño de una empresa de armas en

Baviera, y Schreiber, como emisario de Schäfer, viajaba frecuentemente a Alemania para comprar armamento y municiones, que guardaba en una casa en las cercanías de Bonn.

Según cuenta el libro “El último secreto de Colonia Dignidad”, del periodista Carlos Basso, un testigo secreto llamado “Daniel” que prestó testimonio en el proceso por la muerte del matemático de origen judío, Boris Weisfeiler señaló que a principios de 1980 hubo un operativo en la colonia para recibir a un tal “señor Schmidt”, cuya verdadera identidad era Mengele.

“Él dijo que Mengele había estado en Chile, en Osorno o Puerto Montt. Daniel mencionó que el contacto de Mengele era Walter Rauff, y puntualizó que Weisfeiler estaba en el área buscando su pista, asociado con alguien en Israel”, señala el libro.

Cuando el testigo entregó los antecedentes, el “ángel de la muerte” estaba muerto, pero el mundo aún no lo sabía. Sólo en 1985 se reveló que Mengele había muerto en 1979, ahogado -en extrañas circunstancias- en una playa de Brasil.

Las armas de Rauff

Los lazos entre el contador de Dignidad y Rauff, en tanto, nacieron a mediados de los 60, luego de que este último arribó a Chile huyendo de los procesos contra los soldados de la SS. En abril de 1963, la Corte Suprema rechazó la extradición pedida por Alemania, y más tarde los gobiernos de Frei Montalva,

Allende y Pinochet se negaron a expulsarlo.

Fuentes policiales aseguran que la amistad de Schreiber con la familia Rauff habría surgido de las compra de armas que el primero hizo como emisario de Paul Schäfer en el extranjero, puesto que la familia del ex agente nazi poseía una empresa del rubro.

Otro de los nexos surge de un informe de Amnistía Internacional en 1977, que denuncia que el ex oficial nazi, al igual que Schreiber, había sido asesor de la DINA en materia de armamento. El nombre y la dirección de Rauff en Punta Arenas, además, aparecieron en la libreta telefónica de otro ex nazi, Fredik Schwend, capturado en Perú por tráfico de armas.

El caso Maino

A pesar de la protección que recibe y de la inflexibilidad del gobierno de Berlín, Schreiber no está completamente a salvo. El ministro Zepeda recibió hace dos meses un exhorto desde un tribunal de Bonn, que investiga la participación de la mano derecha de Schäfer en la desaparición del ex dirigente del Mapu, Juan Maino Canales.

El vínculo de Schreiber con el caso surgió cuando, durante los allanamientos en el enclave, se encontró una citroneta que había sido usada en la detención de Maino, realizada por la DINA el 26 de mayo de 1976, y otro auto del mismo modelo, que había sido propiedad del secuestrado dirigente.

Desde hace una década, la causa también es investigada en Italia, debido a que Maino tenía la doble ciudadanía. Esto abre la puerta a que sea la justicia italiana la que pida la captura de Schreiber, amparándose en una figura legal llamada Orden de Detención y Entrega Europea, que tiene rango superior a un tratado de extradición y permite que el sospechoso sea interrogado en otros países de la Unión Europea.

Durante la visita a Chile del Primer Ministro italiano Romano Prodi, en marzo pasado, la familia Maino Canales se reunió con el consejero diplomático italiano para América Latina, para estudiar una estrategia judicial para atrapar a Schreiber. En la reunión entregaron una carta en la que pedían a Prodi que el fiscal que investiga el secuestro calificado de Maino, Giancarlo

Capaldo, emita una orden de captura europea para atrapar al ex contador, lo que fue acogido favorablemente por las autoridades peninsulares.