DECLARACION JURADA
En Santiago de Chile, a 12 de Junio de 2001, en las oficinas del Programa de Continuación de la Ley Nº 19.123, que creo la ex Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación, comparece don JUAN RODOLFO OCTAVIO GUTIERREZ RIVERA, chileno, casado, empleado público, cédula nacional de identidad Nº 4.398.957- K , con domicilio en esta ciudad, Pasaje Los Manzanos Nº 4586, Comuna de Peñalolen, quien viene en prestar la siguiente declaración jurada, en relación con la desaparición de los menores RODRIGO JAVIER PALMA MORAGA y JIM CHRISTIE BOSSY, acaecida en Coquimbo el 24 de Diciembre de 1973, y cuyos restos fueron encontrados en el año 1978, en las cercanías de su domicilio, sepultados a escasa profundidad, y expone:
En diciembre de 1973, me desempeñaba en el Servicio de Impuestos Internos Oficina de La Serena, siendo compañero de trabajo de don Raúl Palma Carmona, padre del menor Rodrigo Palma Moraga .Además era el Presidente de la Asociación de Funcionarios del S.I.I. de la IV región , y recuerdo que entre los funcionarios de La Serena existía una relación muy cercana, de apoyo mutuo y gran solidaridad, al punto de considerarnos integrantes de una gran familia, rescatando detalles muy particulares, como la celebración de todos nuestros santos y cumpleaños, además de la preocupación constante por nuestras familias y problemas que se presentaban en distintos ámbitos, no sólo del servicio.
El día 25 de diciembre de 1973, a las 07:00 hrs,. A travez de las noticias difundidas por la radio Guardiamarina Riquelme de Coquimbo, me impuse de la desaparición del menor Rodrigo Palma Moraga , de solo 8 años de edad, causándome un gran impacto emocional .Me levanté de inmediato y me dirigí a la casa de Raúl Palma Carmona, ubicada en el puerto de Coquimbo, y me puse incondicionalmente a su servicio.
El niño había salido a jugar con unos vecinos el 24 de diciembre y no había regresado a su hogar, como tampoco había regresado su vecino Jim Christie Bossy, ,de 7 años, no habiendo noticias de ellos hasta ese momento.
De inmediato me sumé a las diligencias de búsqueda; como me domiciliaba en La Serena, revisé ese mismo día toda la ribera de la playa, lo que es hoy la Avenida del Mar, desde El Faro hasta el balneario de Peñuelas .Colegas de Raúl Palma, amigos y vecinos nos sumamos por meses a la búsqueda de los menores, rastreando cada lugar, detalladamente, sin resultados .También participaron el Cuerpo de Bomberos de Coquimbo, efectivos de Carabineros e Investigaciones,y un grupo de funcionarios de la Brigada de Homicidios de Investigaciones venidos especialmente de Santiago .asimismo, desde la capital, carabineros trasladó perros policiales, expertos en rastreo de personas y realizaron con ellos intensas búsquedas, sin ningún resultado positivo. Demás está decir que el sitio en que los cuerpos fueron hallados en 1978,según indicaré más adelante, fue revisado por estos canes, sin éxito.
La búsqueda no arrojaron ningún resultado no se encontró nada sospechoso, ninguna remoción o alteración de terreno ,el que presenta características especiales, ya que es una carcaza muy dura formada por conchas ,que se acumulan por años, de manera que cualquier cambio es apreciable a simple vista..La casa del matrimonio Palma Moraga se ubicaba en el sector de Guayacán , frente a la playa La Herradura, a uno 80 metros de la Panamericana Norte, a unos 200 metros de los estanques o depósitos de combustibles pertenecientes a las empresas Shell , Esso y Copec, los que tenían desde el mismo 11 de septiembre de 1973 una férrea vigilancia militar ,mediante la rotación de soldados conscriptos del Regimiento de Artillería Motorizada Nº 2 “Arica” de La Serena, apostados en el lugar día y noche.
Contrastando con la masiva participación en las gestiones de búsqueda desplegadas por las fuerzas policiales, bomberos y civiles ;los efectivos militares de la zona no se sumaron a ella , pero detuvieron a Raúl Palma Carmona y lo llevaron hasta las dependencias del Regimiento, donde permaneció unos 20 días. Su casa en Coquimbo fue allanada en más de una ocasión por fuerte contingente militar, cuando fue liberado no me detalló su experiencia, pues era reservado con ese tipo de cosas, aunque me contó ,por lo grave, que durante su aprehensión había sido drogado por Osvaldo Pinchetti, el que colaboraba activamente en los interrogatorios militares .La detención también le significó ser suspendido de su trabajo en el Servicio ,reintegrándose tiempo después.
En agosto de 1977, circunstancialmente, los restos de los menores fueron encontrados, sepultados a orillas del camino que conduce a la playa La Herradura, cercano a los depósitos de combustibles ya mencionados, a una distancia de 90 a 100 metros de la casa de la familia Palma Moraga, y a una profundidad no mayor de 20 cms, demasiado a flor de tierra ,lo que fue calificado por todos como muy extraño, dada las características del terreno, como ya he señalado, una carcaza muy dura y difícil de romper, de tal suerte que a modo de referencia ,puedo decir que hacer un hoyo en ese terreno de una profundidad de 1 metro puede tomar un día entero y más .El hallazgo se produjo, mientras elevaban volantines unos niños del vecindario ,entre los que se encontraba la hija de Sergio Andueza Gasson, también funcionario del S.I.I. de La Serena y compañero de labores de don Raúl Palma .La niña Andueza vió que se asomaba del suelo una lana de color rojo, comenzó a tirar de la hebra y apareció parte de un chaleco y las osamentas de los niños desaparecidos .Los huesos estaban desarticulados. Todos los que habíamos conocido la desaparición y participado en la búsqueda de los menores, y que nos enteramos de las circunstancias del hallazgo de los cuerpos, tuvimos la certeza que ellos habían sido llevados desde otro lugar para colocarlos allí.
También se dijo que la muerte de los niños había sido un accidente po un derrumbe de unos socavones ,sin embargo, si bien estos socavones se formaban efectivamente por debajo de la costra dura de la carcaza de conchas de la superficie por efecto de las lluvias y la erosión del terreno,los cuerpos de los niños fueron encontrados por encima de la carcaza dura, no por debajo de ella,y los socavones más cercanos al sector del hallazgo se ubicaban a más de 50 metros,.El lugar había sido, además, reiteradamente revisado durante las búsquedas en el año 1973, incluso con el apoyo de perros policiales especialmente entrenados en búsquedas, sin resultados; y era también un sector de tránsito diario de los habitantes del barrio.
Después del hallazgo, los restos fueron trasladados al Servicio Médico Legal de Santiago, para los peritajes de rigor.Cuando estos concluyeron se citó a los padres de Rodrigo Palma para su entrega, y fui a Santiago para acompañarlos en ese difícil momentos .Recuerdo perfectamente que junto a Raúl Palma ingresé a la oficina del médico legista ,cuya identidad por el paso de los años no recuerdo, quien se había encargado de practicar la autopsia de los menores .El profesional nos señaló, respecto de la causa de muerte, de Rodrigo Palma Moraga, de 8 años de edad al momento de su desaparición , había fallecido como consecuencia de disparos efectuados con un “arma de grueso calibre “ según sus palabras textuales que nunca he olvidado, proyectiles que solo usa el Ejército, de tal suerte que su cráneo había sido destruido en un 75% por los impactos .Sin embargo, el médico agregó,que no podía certificar esa causa de muerte debido a la situación que se estaba viviendo en el país .Efectivamente, el correspondiente certificado de defunción señaló como causa de muerte, indeterminada.
Es cuanto puedo declarar sobre tan trágicos hechos, dando fé que todas y cada una de las circunstancias expuestas corresponden a la verdad de lo ocurrido.
Firmado
JUAN RODOLFO O. GUTIERREZ RIVERA
C.I. Nº 4.398.957- K
FIRMO ANTE MI, don JUAN RODOLFO OCTAVIO GUTIERREZ RIVERA,
C.I. 4.398.957- K Nacional.- SANTIAGO, 13 de Junio de 2001..
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