Ríos Videla Hugo Daniel


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Rut : 6.494.858-K

Fecha Detención : 14-02-1975
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 12-12-1953 Edad : 21

Lugar Nacimiento : Sewell

Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Estudiante Universitario

Estado Civil e Hijos : Casado, 1 hijo
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :Vicarìa de la Solidaridad

Categoría : Antecedentes del Caso

R.U.T.  : 6.494.858-K

F.Nacim. : 12-12-53, 21 años al momento de la detención

Domicilio : Panamá 388, Ñuñoa

E.Civil  : Casado, un hijo

Actividad : Estudiante Universidad Técnica del Estado

C.Repres. : Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR

F.Detenc. : 14 de febrero de 1975

 

    SITUACION REPRESIVA

            Hugo Daniel Ríos Videla, casado, un hijo, 21 años de edad, estudiante universitario, militante del MIR, fue detenido por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, (DINA), el día 14 de febrero de 1975, en la intersección de la Gran Avenida y Circunvalación Manuel Rodríguez. Iba en compañía de Manuel Cortés Joo; durante el arresto fue herido de un balazo en la cabeza.

            Como antecedente previo, se conocía por una publicación del periódico "La Segunda" de fecha 14 de diciembre de 1974 que era buscado por las fuerzas de seguridad. Estaba acusado de ser miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), su fotografía apareció publicada en dicho vespertino y agregaba que se encontraba prófugo.

            Numerosos testigos dan cuenta de la forma en que se llevó a cabo la detención y los recintos en que se le vio muy mal herido y con vendajes en la cabeza. Entre ellos:

            María Isabel Matamala Vivaldi en declaración jurada ante Notario Público señaló que durante su detención en Villa Grimaldi, alrededor del día 14 o 15 de febrero escuchó conversaciones de los agentes que llevaban al "peque José Luis" y al "Chino Jo". Describieron detalles del operativo para capturarlo y decían que había recibido un balazo en la nuca, que estaba mal por lo que llamaban al médico del recinto. Cuando nombraban al "peque José Luis prestó atención, por que lo conocía. Al día siguiente lo vio cuando la sacaban al baño, estaba en una camilla y tenía la cabeza vendada, se le veía la cara; estaba rodeado de agentes que trataban de interrogarlo amenazándolo que no tendría médico hasta que declarara. Más tarde, en la misma fecha, otra recluida Carmen Díaz Darricarrere -hoy desaparecida- le informó que el "peque José Luis" se llamaba Hugo Daniel Ríos Videla.Posteriormente, ella fue trasladada a Cuatro Alamos y no volvió a verlo nunca más.

            Hugo Ernesto Salinas Farfán efectuó su declaración con fecha 19 de noviembre de 1976, en ella relató que fue llevado a Villa Grimaldi en la segunda quincena del mes de febrero de 1975, allí vio llegar el día 14 a varias personas que él conocía, entre ellos al afectado y a Manuel Cortes Joo. Entre el 26 y 28 de febrero de 1975 mientras trabajaba en el jardín del recinto vio pasar a Ríos Videla, Cortes Joo y otros con dirección al baño, venían del sector "La Torre", como se denominaba al sector de Villa Grimaldi donde los prisioneros eran más intensamente torturados. Esa fue la última vez que los vio.

            María Alicia Salinas Farfán, ex detenida, declaró que cuando fue detenida por efectivos de la DINA el 3 de enero de 1975, la interrogaron por militantes del MIR entre ellos por Hugo Daniel Ríos Videla.

            María Odette Negrón Larre en declaración jurada señaló que, durante su reclusión en el recinto de Villa Grimaldi en el mes de febrero de 1975, estuvo en contacto con el afectado.

            Nubia Betsie de Lourdes Becker Eguiluz relató que, encontrándose detenida en el recinto de Villa Grimaldi, un día escuchó mucho movimiento de agentes. El Oficial de Ejército, Marcelo Moren Brito, alias "El Ronco" y "El Coronta", que hacía de jefe gritaba mucho, por entre los vidrios empavonados algo veían, afuera se encontraba una persona tendida en el suelo como afirmado en la pared, se quejaba mucho, estaba medio agónico. Las detenidas, sus compañeras de celda comentaban que se trataba del "peque", que había sido detenido y se encontraba herido. Respecto a las heridas de Ríos Videla recuerda que Moren Brito gritaba retando a los agentes diciéndoles que primero había que sacarle información. Tiempo después Gladys Díaz Armijo que también fue detenida en Villa Grimaldi le contó que el "peque" continuaba vivo cuando ella llegó a la Villa, estuvo con él en el sector de "la torre", y se encontraba en muy mal estado físico, apenas hablaba. Una mujer agente de la DINA lo golpeaba y molestaba constantemente y Ríos Videla le suplicaba que lo dejara en paz.

            Héctor Hernán González Osorio, hizo una declaración el 20 de septiembre de 1990, en ella relataría su detención en el recinto de Villa Grimaldi, estuvo allí seis meses. Relataba: "El primer tiempo estuve en una pieza grande con puerta de metal, después construyeron celdas de madera que eran llamadas "Casas Chile". Cuando llegué ahí todavía no había nada. Los detenidos estábamos en el suelo día y noche y la única actividad durante todo el día era esperar para ser llevado a la tortura o a presenciar la tortura de otro. Las mujeres estaban separadas en otra pieza. Permanecíamos con los ojos vendados todo el tiempo, por la noche nos amarraban manos y pies juntos por la espalda y nos hacían acostarnos en el suelo que era de baldosas. En la mañana y antes de dormir nos sacaban al baño, que era uno solo, y que estaba al lado de la "parrilla", lo que nos permitía escuchar los gritos de los que estaban siendo torturados." "A veces nos desataban las manos para comer y otras sólo a algunos, que debían entonces dar de comer a quién estaba al lado. Otras veces nos hacían comer en el suelo, con las manos amarradas en la espalda, como perros, lamiendo los platos como podíamos. Esto era muy humillante y desesperante" "Existían otras celdas llamadas "casas corvi" eran pequeñas celdas de madera que construyeron en otra pieza de unos 80 por 80 centímetros, concebidos para aislar presos individualmente, completamente cerrradas y apenas con un agujero del diámetro de un dedo en la puerta para que entrara el aire. Era desesperante estar allí dentro, sin luz, con muy poco aire y con mucho calor, de pie o sentado en el suelo con las piernas dobladas porque no era posible estirarlas. En ocasiones estuvimos cuatro personas, nos turnábamos para estar dos sentados y dos parados. No se cuántos días y noches pasamos ahí, pues era el lugar donde más rápidamente se perdía la noción del tiempo."

            Respecto a "La torre" relataría :"Ese era un lugar siniestro y temido por todos que quedaba en la parte más aislada de Villa Grimaldi, y donde se llevaba a los presos que no querían que los otros vieran y que probablemente serían torturados hasta la muerte". Esta era la imagen que todos teníamos: "ir a la Torre era estar destinado a morir en Grimaldi". "Así había en ese antro de sufrimiento y locura permanente, una especie de distribución territorial de la muerte. "Casas Chile" era área de muerte probable, "Casas Corvi" aumentaba esa probabilidad y "La Torre", la tornaba cierta."

            Con respecto a Hugo Ríos Videla, "el peque", reconoció haberlo visto en Villa Grimaldi.

            Hugo Ríos Videla fue una de las personas que apareció en una nómina de 119 personas muertas en el extranjero, que publicaron la revista LEA de Argentina y el diario O'DIA de Brasil en julio de 1975, y que la prensa nacional reprodujo con caracteres sensacionalistas. Estas 119 personas habían sido detenidas entre los meses de junio de 1974 y febrero de 1975, y la mayoría de ellas había sido vistas por testigos en los recintos secretos de la DINA. Todas permanecen hasta la fecha desaparecidas.

            Las últimas noticias que se tienen del afectado, son los testigos que lo vieron la última quincena de febrero entre 26 y 28 de ese mes de 1975 cuando venía del sector "la Torre" y fue sacado junto a otros detenidos, con rumbo desconocido.

           

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS

            Con fecha 5 de marzo de 1975 Sonia Ríos Videla, hermana del afectado, presentó Recurso de Amparo rol 330-75 ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Daba como elementos base, las informaciones del periódico "La Segunda " de fecha 14 de diciembre de 1974 en que se mencionaba que se encargaba su detención y aparecía su fotografía. Se pidió al Ministerio del Interior, al Comandante del Comando de Aviación y al Comandante de la Zona en Estado de Sitio informaran con carácter de urgente.

            La suegra del afectado, María Teresa Huneeus Cox, presentó a su vez el 19 de abril de 1975, en el Recurso de Amparo, medios de prueba, solicitando a su vez gestiones para averiguar el paradero de su yerno.

            Las respuestas del Ministerio del Interior, Comando de Aviación y del Comandante de Zona en Estado de Sitio, fueron negativas en cuanto a tener antecedentes del afectado ni que estuviera detenido.

            La Corte de Apelaciones el día 2 de abril de 1975, vistos que del mérito de los informes y lo dispuesto en el artículo Nº306 del Código de Procedimiento Penal, rechaza el Recurso de Amparo y envía los antecedentes al Juzgado del Crimen que corresponda.

            Se apeló a la resolución con fecha 3 de abril del mismo año, sin embargo la Corte Suprema de Justicia confirmó la resolución con fecha 8 de abril de 1975.

            Se reiniciaron las gestiones judiciales con fecha 19 de agosto de 1975; esta vez el suegro del afectado, Luis Izquierdo, presentó denuncia por Presunta Desgracia ante el Primer Juzgado del Crimen. Se roló la causa con el N°107284.

            Se informó al Tribunal sobre las noticias aparecidas en el diario "La Segunda", de fecha 24 de julio de 1975, que reproducía la publicación del Diario O'DIA de Curitiba, Brasil. En ella se relataba que Fuerzas Armadas Argentinas habrían tenido un enfrentamiento con grupos de guerrilleros chilenos, apareciendo el nombre del afectado como uno de las personas fallecidas.

            El día 20 de agosto de 1975, no obstante no haberse pronunciado sobre la competencia de ese Tribunal, se ordenaron las primeras diligencias, algunas de ellas fueron aceptadas y se dio orden amplia de investigar. Además se ofició al Ministerio de Relaciones Exteriores para que informara sobre los hechos ocurridos en la localidad de Salta. Se pidió a la Corte de Apelaciones que informara sobre el Recurso de Amparo y el Tribunal al que había sido remitido. Se pidió oficiar a la DINA para que informara si el afectado fue detenido por ese organismo y llevado a la Villa Grimaldi.

            El Ministerio del Interior respondió al Tribunal, con fecha 1° de septiembre de 1975, que la DINA habría informado que esa persona no había sido detenida ni había antecedente alguno en esa Dirección. Respecto a la Publicación de O'DIA, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó con fecha 9 de septiembre de 1975, que esa publicación no existiría en Curitiba, Brasil, pero que existía un tabloide denominado Novo Dia, de escasa circulación y que habría publicado la noticia el día 23 de julio pasado, sobre el enfrentamiento de extremistas chilenos con fuerzas de seguridad.

            Aclara que no hay antecedentes oficiales que las personas mencionadas hayan fallecido en el extranjero y tampoco hay antecedentes de que esas personas hubiesen salido del país. Además, que las autoridades del país en que habrían ocurrido los hechos, nada habían informado sobre el particular.

            El 30 de septiembre del mismo año, el Juez pide reiterar las solicitudes de citación a testigos y la orden de investigar.

            En su respuesta el Servicio de Investigaciones en el Parte Nº2474 de fecha 29 de septiembre de 1975, informó no haber obtenido mayores antecedentes para lograr determinar el actual paradero del afectado.

            Con fecha 16 de octubre de 1975 ratificaron su denuncia, los suegros de Hugo Ríos.

            Cumpliendo la disposición del Tribunal se presentó a declarar con fecha 24 de octubre 1975 la testigo María Isabel Matamala Vivaldi, quien se encontraba detenida en el Campamento de Detenidas de Pirque y permaneció recluida en Villa Grimaldi junto al afectado.

            Ante esta declaración y ese mismo día, el Juez ofició a la DINA para que informara si el individuo apodado "El peque José Luis" fue detenido por ese organismo y llevado a la Villa Grimaldi.

            Respondería a esa petición el Ministro del Interior con fecha 6 de noviembre de 1975, quién expresaba que "esta persona no registra antecedentes en sus Kardex y no ha sido detenida por personal de ese Organismo".

            Con fecha 19 de diciembre de 1975 el Juez declara cerrado el sumario y, teniendo presente que no se encuentra completamente acreditada la existencia de delito, sobresee temporalmente la causa. Sube en consulta a la Corte de Apelaciones, quien aprueba la resolución con fecha 15 de enero de 1976, ratificada con fecha 24 de marzo de 1976 se procedió a su archivo. Sin embargo los familiares no cejarían en su empeño por conocer la verdad, con fecha 11 de abril de 1991, su cónyuge Teresa Izquierdo Huneeus solicitó reabrir el sumario por el desaparecimiento de su esposo, toda vez que existen nuevos antecedentes para proseguir la investigación. La causa fue ingresada al 1er. Juzgado del Crimen de Santiago bajo el rol Nro. 107.284; después de una corta tramitación y sin establecerse la suerte de la víctima, la causa fue sobreseída. Se apeló del fallo y la Corte Marcial confirmó la resolución en mayo de 1992.

            Paralelamente a las acciones judiciales sus familiares buscaron por años su paradero, visitaron cárceles, hospitales, Cruz Roja, escribieron cartas a Organismos Nacionales e Internacionales, se efectuaron gestiones oficiales y extraoficiales con personeros de gobierno, sin embargo, hasta la fecha se desconoce el paradero de Hugo Daniel Ríos Videla.


Moreno de verde luna, voz de clavel varonil (*)

Fuente :archivochile.com sin fecha

Categoría : Testimonio

En recuerdo de HUGO DANIEL RIOS VIDELA (El Peque) (*) García Lorca

Teresa Izquierdo Huneeus     Habían pasado dos días interminables desde que el guatón Pedro debería haber aparecido. Yo, mientras tanto, me deshacía el nudo en la garganta abrazada de nuestro Manuelito y contemplando a mi Hugo que se preparaba para su cita de las cinco, el punto de rescate; se pone bluyines y una camisa celeste que lo hace verse aún más joven, se anuda sus zapatillas deportivas y en un bolso de gimnasia instala su pistola Stayer. Por detrás su cabello que se le ve tan bonito con la permanente que le hicieron, se le mece mientras camina a grandes zancadas como si fuera un mulato. Lo diviso entonces desde lejos y alcanzo a ver todavía como se despide de nosotros: "cuidate socio, cuidate mi amor". Por desgracia, pasaron las horas, los días y los años y Hugo Daniel Ríos nunca volvió. Posteriormente se supo que fue detenido por la DINA, que cayó herido y se lo llevaron a la Villa Grimaldi. Algunas personas que lo vieron allí me cuentan que su cabeza se caía de un lado al otro porque tenía una bala en el cuello, pero pese a ello, estaba tan entero que a veces incluso canturreaba. Esas personas que lo vieron ahí en esas circunstancias desgraciadas, me cuentan también que a fines de febrero del setenta y cinco, lo sacaron engrillado junto a Manuel Cortés, a Alan Bruce y a Juan Carlos Perelman, y se los llevaron al país de los detenidos desaparecidos. Unos meses después su nombre apareció en una lista de cincuenta y nueve revolucionarios presuntamente muertos en Argentina. El diario "La Segunda" anunciaba en su portada: "Como ratas Exterminan a Miristas".

Nada más distinto a una rata era mi socio. Mi socio era adorable, cómo no iba a estar enamorada de él si su belleza era completa, por dentro, apasionado, valiente, sensible, lleno de valores que lo hacían estrellarse contra el mundo de injusticias que veía; por fuera era atlético, delgado, de rasgos finos. Cuando no sabía aún su nombre verdadero, le decía yo, como García Lorca, Antoñito el Camborio, moreno de verde luna, voz de clavel varonil. Después de tantos años, el próximo catorce de febrero, se cumplirán veintisiete desde que desapareciera; sin embargo el único reproche que puedo hacerle es habernos dejado solos a su hijo Manuel y a mí.


Dictan acusación contra 13 agentes de la DINA por 20 víctimas de Villa Grimaldi

Fuente :lasegunda.com 28/8/2013

Categoría : Prensa

Se trata de la cúpula del organismo de inteligencia por delitos de secuestro calificado y un caso de homicidio.

SANTIAGO.- El ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago Leopoldo Llanos dictó acusación por una serie de delitos cometidos por ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en el centro de detención denominado Villa Grimaldi.

Los cargos afectan a Manuel Contreras, Miguel Krassnoff, Marcelo Moren Brito, Basclay Zapata Reyes, Pedro Espinoza, Rolf Wenderoth, Orlando Manzo, Fernando Lauriani , Gerardo Godoy y Ricardo Lawrence, por su responsabilidad en el secuestro calificado de 19 personas.

1.-Guillermo Roberto Beausire Alonso;
2.-Alan Roberto Bruce Catalán;
3.-Jaime Enrique Vásquez Sáenz;
4.-Manuel Antonio Carreño Navarro;
5.-Iván Carreño Aguilar;
6.-María Teresa Eltit Contreras;
7.-María Isabel Joui Petersen;
8.-Jacqueline Paulette Drouilly Yurich;
9.-Juan René Molina Mogollones;
10.-René Roberto Acuña Reyes;
11.-Carlos Alberto Carrasco Matus;
12.-HUGO DANIEL RIOS VIDELA ;
13.-Agustín Alamiro Martínez Meza;
14.-Juan Rodrigo  Mac Leod Treuer;
15.-María Julieta Ramírez Gallegos;
16.-Luis Jaime Palominos Rojas;
17.-Marta Silvia Adela Neira Muñoz;
18.-César Arturo Emiliano Negrete Peña, y
19.-Alejandro Juan Avalos Davidson.

También, el ministro imputó al mismo grupo de agentes la responsabilidad en el homicidio de Humberto Juan Carlos Menenteau Aceituno.

En tanto, los ex agentes: Gerardo Urrich, Manuel Carevic y Raúl Iturriaga Neuman fueron responsabilizados por los secuestros de:
-Guillermo Roberto Beausire Alonso
-María Isabel Joui Petersen
-Carlos Alberto Carrasco Matus
-Marta Silvia Adela Neira Muñoz
-César Arturo Emiliano Negrete Peña

Además, al agente César Manríquez se le atribuye responsabilidad en los secuestros de:
-Guillermo Roberto Beausire Alonso
-Manuel Antonio Carreño Navarro
-Iván Sergio Carreño Aguilera
-Jacqueline Paulette Drouilly Yurich


Familiares de víctimas de la dictadura participan en un "viacrucis popular"

Fuente :lainformacion.com 19/04/2014

Categoría : Prensa

Cientos de personas, entre ellas familiares de víctimas de la dictadura militar, realizaron este viernes en la capital chilena un "viacrucis popular" hasta el centro de detención y torturas Villa Grimaldi, en el marco del fin de semana santo.

Santiago de Chile, 18 abr.- Cientos de personas, entre ellas familiares de víctimas de la dictadura militar, realizaron este viernes en la capital chilena un "viacrucis popular" hasta el centro de detención y torturas Villa Grimaldi, en el marco del fin de semana santo.

Como se ha hecho tradicional en esta fecha, organizaciones cristianas y agrupaciones de derechos humanos participaron de esta actividad caminando varios kilómetros hasta el lugar convertido ahora en el Parque por la Paz.

Se calcula que unas 4.500 personas pasaron por Villa Grimaldi uno de los centros de tortura más grande que tuvo el aparato represor del régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990), situado a los pies de la cordillera en Santiago, de los que 234 desaparecieron.

El sociólogo Manuel Guerrero Antequera, hijo de Manuel Guerrero Ceballos, uno de los tres profesionales comunistas degollados por los agentes de la dictadura en 1985, dijo que esta ceremonia resulta "muy especial porque se recuerda la muerte de Jesús".

"Él fue un gran líder social, preso político muerto bajo tortura y lo conmemoramos desde nuestras creencias y también desde el compromiso permanente por la Justicia y la paz", dijo en declaraciones a Radio Cooperativa.

En tanto, el sacerdote católico Mariano Puga, sobreviviente de Villa Grimaldi, aseguró que "este día para los cristianos no es sólo el viacrucis de Jesús, es el viacrucis de todos los pueblos de la tierra que buscan una tierra nueva".

"Es el viacrucis de todos aquellos que arriesgan su vida, por jugársela como Jesús de Nazaret para que sea posible crear una tierra sin injusticia, sin explotadores y explotados, sin racismo, esto es el viacrucis de hoy día, para creyentes y no creyentes en Jesús", enfatizó.

En las puertas del Parque por la Paz los centenares de peregrinos fueron recibidos por los integrantes de la corporación que administra el parque, encabezados por su secretaria Teresa Izquierdo, con fotografías de los detenidos, desaparecidos y ejecutados en ese lugar.   

Unas de las estaciones del "viacrucis popular" se realizó al interior del parque museo, donde se dieron a conocer dos testimonios del sufrimiento de quienes pasaron por Villa Grimaldi, entre ellos, el de Teresa Izquierdo, sobreviviente, y quién, además, tiene a su marido desaparecido.

"No quiero hablar de mí porque sobreviví, quiero hablar de mi esposo HUGO DANIEL RIOS VIDELA , que desapareció de este lugar", dijo emocionada la mujer, quién recordó que fue en febrero de 1975 cuando los agentes le dejaron tirado en el patio del centro de torturas con su cuerpo y rostro ensangrentado."Después de ese episodio, nunca más supe de mi marido", apostilló.


Teresa Izquierdo Hunneus ya no está con nosotros

Fuente :cctt.cl 21/02/2016

Categoría : Otra Información

Con profunda pena y dolor comunicamos que ha fallecido en su hogar, ?n?uestra querida compañera y ?Secretaria ?General de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, Teresa Izquierdo Huneeus.

Sus restos serán velados en su hogar a partir de este viernes. Este domingo 21 de febrero serán trasladados al Teatro por la Vida de? Villa Grimaldi? a las 11 horas,? donde los convocamos a reunirnos para brindarle una gran despedida llena del amor, respeto y ?la ?admiración que se merece.

“Con enorme tristeza, el directorio, los socios y trabajadores de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi informan de la muerte de nuestra compañera, quien consagró gran parte su vida a aportar para que se  construya en Chile una cultura de los derechos humanos”, señaló la entidad en un comunicado de prensa.

Teresa Izquierdo fue miembro del directorio en el período 2013-2015. En noviembre del año pasado fue reelecta en el cargo por un nuevo período de dos años. Participó activamente en la vida institucional desde enero de 2003 cuando se incorporó como socia de la organización.

Estudió en los años 60 en el Liceo Manuel de Salas participando en el movimiento de los jóvenes que rechazaban la injusticia y querían cambiar la sociedad. A fines de esa década ingresa al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Hasta su muerte, Izquierdo trabajó en el Instituto Profesional Arcos.

Con el golpe de Estado de 1973 debió pasar a la clandestinidad. El 14 de febrero de 1975, su compañero Hugo Daniel Ríos Videla es detenido y hecho desaparecer por la DINA. El hijo de ambos, Manuel, es entregado a la familia y ella continúa en la resistencia hasta ser detenida en agosto de 1976.

Luego de ser liberada debió salir del país y estuvo exiliada en Francia hasta marzo de 1979, volvió a Chile y se integró activamente a organismos de Derechos Humanos y a la revista de oposición Análisis, donde trabajó hasta el Plebiscito de 1988.

El año 1985 nace su hija Mariana. El año 1994 muere en un accidente su hijo mayor, Manuel Antonio Ríos Izquierdo, hijo de su compañero detenido desaparecido. Los años posteriores a su pérdida sobrevivió gracias al afecto de su hija Mariana, su pareja Paul Les Saux y sus seres más cercanos.

Desde 2012 fue abuela de Milay, para quien decidió escribir el libro Antes de perder la memoria junto a Ana María Jiménez, editado por Editorial Cuarto Propio en marzo de 2015, cuya primera edición se agotó y debió reeditarse.

La desaparición de su pareja Hugo Daniel Ríos Videla.

 

Una de las tristezas más grandes de la vida de Teresa fue la desaparición forzada de su pareja. Al respecto, escribió en el capítulo 9 del libro Antes de perder la memoria que “el 14 de febrero de 1975 cayó preso en un enfrentamiento mi socio, mi Antonio, mi Peque. La pesadilla se inició con detenciones en cadena originadas en errores de compartimentación cometidos por algunos jefes de Fuerza Central (la estructura militar del MIR). A esa estructura pertenecíamos el Peque por derecho propio y yo por ser su compañera. Fueron entonces emboscados los jefes de dos escuadras, el Peque y el Chino Cortés Joo (Manuel Edgardo del Carmen Cortés Joo, detenido desaparecido), y posteriormente algunos de los integrantes de la escuadra del Chino. Cuando el Peque no regresó a la casa de seguridad que compartíamos en una toma de terrenos cercana a Quilín con Américo Vespucio, no apliqué la primera medida de seguridad: arrancar de la casa”, indicó.

“Esperanzada de que volviera y segura de que jamás me delataría, me quedé junto a nuestro pequeño hijo hasta que el vecino, que era un viejo comunista, entendió la situación. Don Manuel había estado preso en la época de la Ley Maldita y detenido en el Estadio Nacional al comienzo de la dictadura. Estaba cesante y se las arreglaba haciendo “pololitos” para mantener una numerosa y hermosa prole. En esa mediagua se respiraba, junto al pan de la señora Laly los valores e ideales de los padres de familia. Me ofreció ayuda para cuidar a Manuel mientras yo trataba de averiguar qué había pasado y empezaba a buscar a mi Peque, a los otros compañeros y encontraba otra casa de seguridad”, relató.

“Lo primero que hice fue comunicarme con mi familia para que iniciaran la denuncia. Luego encontré una forma de hacer llegar un mensaje a un compañero apodado el Milico Iván, fijándole un punto de contacto. Cuando me iba acercando a la cita, me percaté de que todo estaba demasiado tranquilo. Mis aprensiones se confirmaron antes de entrar a la calle del punto (de contacto), se acercó un agente de civil y me dijo ‘señora, salga de este lugar’. El no podía imaginar que yo era la persona que querían capturar. El operativo fue impresionante, aparecieron al menos unas cinco camionetas C-10 llenas de agentes armados. Pasaban a mi lado a toda velocidad y ahí entendí que el hecho de haber firmado la carta con una inicial los despistó, induciéndolos a calcular un enfrentamiento con un fornido guerrillero y no con una alfeñique mujercita. Luego supe que Iván había caído y que mi carta fijándole un punto de contacto en Camino Agrícola entre Macul y Exequiel Fernández había llegado a su casa transformada en una ratonera”, relató.

Escapando de las garras de la DINA

“Buscándonos entre nosotros, los últimos sobrevivientes de la Fuerza Central, logramos conformar una escuadra (las escuadras ten?ían ocho integrantes y el mando era vertical). En un primer período el jefe fue Emiliano (Angel Gabriel Guerrero Carrillo, detenido desaparecido) , el segundo hombre era el guatón Rolando, yo el tercero. Nuestro principal objetivo, además de sobrevivir, era tomar contacto con el partido”, puntualizó.

“A través de los vecinos de la población donde vivíamos con el Peque, conseguí una pieza en casa de unos profesores. Me quedé bastante tiempo en ese sector de Santa Rosa, con sus calles sin pavimentar y sus niños respirando polvo y pobreza. Con el Guatón Rolando nos hicimos cargo de una carnicería que quedaba cerca de la población, en el paradero 16 de Santa Rosa. La San Gregorio en ese tiempo era tan peligrosa que ni los tiras entraban. Ibamos juntos al Matadero, él hacía los cortes y yo llevaba la caja. Me sentía acompañada y cuidada por ese gran hombre que me trataba como a su hija. Manuel estaba protegido por mi familia, pero yo tenía noticias de mi amor”, escribió.

“En una de las cartas al Peque -prosiguió-, le escribí: Seguí tras tu huella tomando las responsabilidades que me dejaste. Esa es otra manera de estar contigo, seguir combatiendo. Me separé de nuestro hijo Manuel y lo entregué a mi familia. La otra alternativa era asilarme y renunciar a nuestros ideales. Lo hice, mi Socio querido, por el compromiso compartido. Lo hice, mi amor, con la tristeza infinita de estar sin mi pequeña familia: Manuelito y tú, mi hombre, con tus 21 años recién cumplidos”.

En el capítulo 13 del texto, Teresa escribió que el año 1975 comenzó con muy malas noticias “lo que terminó por hacerme perder la ilusión de volver a tener a mi Peque en mis brazos sucedió de manera brutal, el 24 de julio del 75, con el titular de del diario La Segunda sobre miristas asesinados en Buenos Aires: ‘Exterminados como ratones’. En esas listas figuraba Hugo Daniel Ríos Videla, el Peque, mi gran amor, el padre de mi hijo. En una de mis cartas, le escribí. ‘En los primeros meses desde tu detención, yo no perdía la esperanza de que aparecieses vivo en un campo de concentración. Empecè a tejerte una chimba para que no tuvieses frío, porque ya venía el otoño. Nunca me viste tejer y creo que lo hice muy pocas veces en la vida, pero era una manera de esperarte. Sabía que si aparecías no podría ir a verte, así que te enviaría ese regalo. Tejía con lana negra y en el cuello y a las mangas les ponìa hebras de rojo. Cuando ya estaba lista la chomba y tú no aparecías, te hice un gorro también rojo con negro. Cayó el invierno y la desesperanza cuando, el día 24 de julio de 1975, en la tarde, leí en el diario La Segunda que habías sido exterminado ‘como rata’. Me subí a una micro y me senté en un rincón. No sabía dónde ir. Me acurruquè y lloré despacio hasta llegar al terminal”, concluyó.


Adiós, querida Tere por Juan Pablo Cárdenas S.

Fuente :cctt.cl 20/02/2016

Categoría : Otra Información

“Antes de Perder la Memoria” es título del último libro de Teresa Izquierdo que fuera presentado tan exitosamente poco antes que una inclemente enfermedad nos la arrancara de este mundo. Un texto, sin duda, premonitorio de una de nuestras vidas ejemplares y que tuvimos la fortuna de convocar a nuestra revista Análisis, para reconocernos hace poco que había sido allí donde vivió sus mejores años de juventud y compromiso político. Con su muerte, nuestra querida Tere nos deja un enorme vacío, pero en su agonía y muerte nos dio la oportunidad, también, la oportunidad de apreciar su enorme temple moral. Para enfrentar, incluso, esta última y fatal adversidad de su existencia y estremecernos a todos sus amigos y admiradores.

¡Toda una trayectoria marcada por el dolor y los desencantos! Sin desfallecer ante la temprana pérdida de su compañero héroe, un detenido desaparecido de la Dictadura y, con los años, encarar también el trágico accidente del único hijo de esta relación: Manuelito Ríos Izquierdo. Porque la cárcel, la tortura y el exilio ya no habían logrado derrotarla como nos consta a tantos que admiramos su arrojo para combatir la injusticia y derribar los cercos del odio y la represión.

Quienes fuimos sus cotidianos compañeros, no tenemos duda de que La Tere es un verdadero ícono de nuestra Revista y de todas las vicisitudes que vivimos siempre con ella. Tanto en las múltiples acciones abiertas y clandestinas; señalarle rumbo certero e inclaudicable a nuestro esfuerzo editorial, como para salvar vidas y arriesgarse hasta la temeridad por los ideales que posteriormente fueran burlados por las “política de los acuerdos”, la escandalosa connivencia con los opresores y la sacralización de toda la herencia del régimen de facto en más de veintiséis años de tan desvergozada pos dictadura.

Valiente, obstinada y leal, la Tere se nos hizo siempre ejemplar. Aunque los que la conocimos podemos atestiguar, también, su ternura, su profundo amor al prójimo, como disfrutar de su especialísimo sentido del humor. Prodigándose, siempre, en una bondad que demuestra que en muchos seres humanos es su propia estirpe, sus dones naturales, más que la fe religiosa o las “razones” ideológicas, las que explican tal fortaleza y consecuencia.

La Tere hoy descansa, por fin, en paz. Somos nosotros los que la lloraremos por el resto de nuestras vidas. Los que la buscaremos en cada afán y viviremos atribulados por su ausencia física. Aunque al mismo tiempo nos empeñemos en seguir siempre en comunión espiritual con ella, con su sabiduría y vivificarnos en su recuerdo. Porque es increíble que en los momentos de su cruel agonía ella se diera el tiempo para dejarnos a todos una encomienda, tan segura, como estaba, de que la enfermedad la abatiría solo en cuestión de días u horas. Animada, por supuesto, en su noble voluntad de seguir viviendo para siempre en las causas que abrazó sin fatiga y que nos ha dejado como legado.

Te queremos mucho, Tere, y llévate la certeza que te cumpliremos.


En Villa Grimaldi lanzan libro con testimonios de prisión exilio y resistencia

Fuente :elmostrador.cl 13/03/2015

Categoría : Otra Información

"Antes de perder la memoria", de Ana María Jiménez  y Teresa Izquierdo será presentado por los periodistas Juan Pablo Cárdenas y Gladys Díaz. Es un relato sobre la resistencia durante la dictadura, la clandestinidad, la reclusión,  la tortura y el exilio. 

A través de cartas recuperadas y completadas desde la ficción, las autoras relatan sus experiencias desde los años sesenta: la militancia; la resistencia; la clandestinidad; la detención por parte de la DINA; la reclusión en Villa Grimaldi y la tortura; el exilio (Teresa Izquierdo en Francia, Anita Jiménez en Francia y Cuba) y, en el caso de Teresa Izquierdo, el retorno y su trabajo en la revista Análisis.

Las anécdotas, los recuerdos, las canciones, los poemas contenidos en estas cartas nos dan testimonio de lo que vivieron dos mujeres, militantes del MIR, en la época de la dictadura. Esta historia, a la vez que cuenta los principales aspectos de la vida de ambas, es también una mirada a la historia política y de militancia en el MIR en este período.

“Los hilos de nuestras biografías de títeres estaban manejados por fuerzas externas y terribles en las cuales la vida y la muerte se peleaban cuerpo a cuerpo”.

“En concordancia con su intención de transformarse en dictadura ‘constitucional’, las tácticas de la represión cambiaron. Las detenciones y desapariciones se trocaron en asesinatos en plena calle”.

“¿Quién dice que estamos llenos de cicatrices? Aquí están —estamos— los protagonistas de esta novela que se sigue escribiendo”.

El texto de 280 páginas fue publicado por Editorial Cuarto Propio, serie Narrativa, colección Memoria.

Las autoras

Si bien sus antepasados pertenecieron a la burguesía agricultora y empresaria, la generación de sus padres rompe con la tradición y elige profesiones vinculadas a las ciencias y las artes.

En los años 60 estudió en el Liceo Manuel de Salas participando en el movimiento de los jóvenes que rechazaban la injusticia y querían cambiar la sociedad. A fines de esa década ingresa al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). En esa militancia encuentra a su amiga Ana María Jiménez, con quien intercambia las cartas que conforman este libro.

Con el golpe de Estado de 1973 debe pasar a la clandestinidad. El 14 de febrero de 1975, su compañero Hugo Daniel Ríos Videla es detenido y hecho desaparecer por la DINA. El hijo de ambos, Manuel, es entregado a la familia y ella continúa en la resistencia hasta ser detenida en agosto de 1976.

Estuvo exiliada en Francia hasta marzo de 1979, vuelve a Chile, se integra activamente a organismos de Derechos Humanos y a la revista de oposición Análisis, donde trabaja hasta el Plebiscito de 1988

El año 1985 nace su hija Mariana. El año 1994 muere en un accidente su hijo mayor, Manuel Antonio Ríos Izquierdo, hijo de su compañero detenido desaparecido. Los años posteriores a su pérdida sobrevive gracias al afecto de su hija Mariana, su pareja Paul y los seres más cercanos.

Actualmente trabaja en un instituto de comunicaciones y es miembro del directorio de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi. Desde 2012 es abuela de Milay, para quien decide escribir esta historia.

Ana María pasó su infancia entre el sur de Chile y Valparaíso, siempre cerca del mar. Hija de padres vinculados al arte y la cultura, estudió piano en el Conservatorio de Viña del Mar desde los seis años. En la década de los 60, entra a la Universidad de Chile, donde estudia Sociología y Música. Por estos años comienza su militancia en el MIR.

Después del golpe y un par de años en la clandestinidad, es tomada presa por la DINA y llevada a la Villa Grimaldi y a Tres Álamos durante los años 75 y 76. El 77 sale al exilio, primero en Francia y luego en Cuba, donde vive casi 30 años.

Su esposo, el poeta cubano Ángel Escobar muere trágicamente en 1997. Esta relación la hace vincularse estrechamente al mundo literario y trabaja con él en edición y crítica, mientras mantiene su trabajo musical en la Casa Memorial Salvador Allende de La Habana

Su único hijo, Juan, incursiona también en el mundo de la música y ha grabado dos CD, con temas relacionados con el mundo mapuche y Kawesqar. Tiene dos nietos, Saltaxar y Wenelfe.

Actualmente trabaja dirigiendo el Coro de Ex Prisioneros Políticos que formó en la prisión y se rearmó en 2013.

Viernes 13 de marzo, 19 horas, Parque por la Paz Villa Grimaldi.  Avda. José Arrieta 8401, Peñalolén. Entrada liberada. Cómo llegar: Metro Plaza Egaña, buses 513 y D 09.


Usach entregará 38 títulos a familias de estudiantes detenidos desaparecidos y ejecutados políticos

Fuente :biobiochile.cl 5/09/213

Categoría : Prensa

Este viernes la Universidad de Santiago concederá por gracia, en forma póstuma y simbólica, los títulos universitarios profesionales a 38 estudiantes detenidos desaparecidos o ejecutados políticos durante la dictadura militar.

Emilio Daroch, presidente de la Corporación Solidaria UTE-Usach, gestor de esta iniciativa, explicó que esta Universidad fue un lugar donde la dictadura aplicó con más fuerza la violencia. “Es significativo reparar y dar justicia a situaciones de extrema violencia que se vivieron a lo largo de varios años en nuestra Universidad”, señaló.

Esta iniciativa cobra sentido como una forma de desagraviar a personas que durante su participación como estudiantes en la comunidad universitaria sufrieron las consecuencias de la dictadura, como los casos emblemáticos de Gregorio Mimica en 1973 o Mario Martínez, dirigente estudiantil asesinado a fines de los ‘80.

En la ceremonia serán los familiares quienes recibirán los diplomas. “Estuvimos en permanente contacto con las familias de algunos compañeros desaparecidos, pero hubo dos o tres casos en que no pudimos encontrar a nadie”, se lamentó Daroch, quien explicó que la de este viernes será la primera entrega de títulos, ya que hay antecedentes de más ejecutados o desaparecidos en el periodo. “Este proceso no se ha cerrado, estos son los casos que se pudo acredita… Esperamos realizar otra titulación como ésta más adelante”.

Los estudiantes víctimas de la dictadura que serán titulados en forma póstuma son:

Rafael Araneda Yévenes, Jorge Aravena Mardones, Jaime Buzzio Lorca, Ricardo Campos Cáceres, Claudio Contreras Hernández, Renzo Contreras Jorquera, Juan Elías Cortés Alruiz, Manuel Cortéz Joo, Alfonso Díaz Briones, Antonio Elizondo Ormaechea, Oscar Fuentes Fernández, Luis González Mella, Francisco González Ortíz, Patricio Guarategua Quinteros, René Lucero Muñoz, Zacarías Machuca Muñoz, Rafael Madrid Gálvez, Juan Bosco Maino Canales, Adolfo Mancilla Ramírez, Agustín Martínez Meza, Mario Martínez Rodríguez, Gregorio Mimiça Argote, Eugenio Montti Cordero, Leopoldo Muñoz Andrade, Ramón Núñez Espinoza, Eduardo Ojeda Disselkoen, Fernando Olivares Mori, Pedro Oyarzún Zamorano, Michelle Peña Herreros, José Peña Maltés, José Manuel Ramírez Rosales, Enrique Reyes Manríquez, Hugo Ríos Videla, Ricardo Rioseco Montoya, Carlos Santibáñez Romero, Carlos Terán de la Jara, Jaime Vásquez Sáenz y Francisco Viera Ovalle.

El acto, que será encabezado por el rector de la U. de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, se llevará a efecto en el Aula Magna del Plantel, el viernes 6, a las 11.30 horas. Y posteriormente, en el patio de la ex Escuela de Artes y Oficios, se develará una placa conmemorativa con los nombres de los titulados.