Martinez Rojas Fermín del Carmen

El 20 de febrero de 1980, fue detenido en Curicó Fermín del Carmen MARTINEZ ROJAS, por funcionarios de Carabineros que lo trasladaron al retén Barrio Norte, de esa ciudad.

Los funcionarios policiales informaron a los familiares de la víctima, que ésta habría quedado en libertad ese mismo día, para ir a buscar el dinero necesario para el pago de su propia fianza. Esta versión no se acomoda al procedimiento normal de funcionamiento de esa institución en caso de detenciones y no explica el hecho de que no se haya vuelto a saber más de la víctima.

La Comisión se formó convicción de que Fermín MARTINEZ desapareció por obra de agente estatales, quienes violaron así sus derechos humanos.

Mañana lunes se conmemora el Día del Detenido Desaparecido. En  ese contexto, el autor del presente artículo rescata un oscuro episodio ocurrido en Curicó durante la dictadura

A ntiguamente, cuando la ciudad de Curicó era en la práctica tan sólo la cuadratura de sus cuatro avenidas, era conocido como Barrio Nuevo y/o Norte, el sector que comprende la Iglesia y la plazoleta El Rosario, que daba prestancia al sector donde en 1945 fue construida la población Mercedes Mardones, llamada así en honor a la antigua propietaria que donó dichos terrenos para la construcción de un sólido y tradicional conjuno habitacional que en sus inicios fue habitado por obreros y empleados particulares.

Dicho sector se volvió tradicional en gran parte por sus actividades religiosas y sociales, realizadas en torno a su parroquia y plaza. Pronto, en una de sus casas se instaló un retén de Carabi-neros conocido como Retén de Barrio Nuevo y luego Norte, cuya principal misión era la seguridad del barrio y el control de sectores colindantes cono- cidos por cierta peligrosidad dado que se encontraban cerca de lo que por años fue el “barrio rojo” de la ciudad de Curicó, popularmente mencionado como “calle 13”, que hoy en día es un vago recuerdo de antiguas épocas co- merciales de ferias agrícolas y ganade- ras, colindando con la línea ferrovia- ria, considerada como los extramuros de la ciudad.

En aquella lejana época el personal po- licial de dicho retén era considerado como de abnegados servidores públi- cos, sin mayores quejas sobre su fun- cionamiento, por lo menos es lo que se sabe. Sin embargo, como sabemos, Chile cambió radicalmente a partir de 1973, y quienes en un momento eran gobierno, autoridades y partidarios, al otro día eran ferozmente reprimidosy perseguidos, con los saldos que hoy sabemos de muertos, detenidos desa- parecidos, torturados, exiliados, rele- gados y acosados por los agentes del Estado.

Represión en Curicó

Después de 1973, cuarteles y esta- blecimientos militares y policiales se constituyen en centros de deten- ción y tortura, con gran cantidad de personas privadas de libertad. Estos lugares son: Regimiento de Teleco- municaciones de Curicó, Primera Comisaría de Carabineros, Retén de Tutuquén, cuartel de Investigacio- nes, Cárcel de Mujeres Buen Pastor, Cárcel Pública, y lugares clandesti- nos como la ‘pisicultura’ en el sector de Los Cristales, una casa camino a Los Niches y una hacienda en el sec- tor de Comalle.

De los muchos presos políticos -se cree que 250, entre exiliados, rele- gados y otras víctimas- se conoce de tres detenidos desaparecidos. Dos son los más conocidos, se trata de los dirigentes Luis Hernán Trejos, militante socialista y dirigente de la CUT, vecino de la Población Manuel Rodríguez y Luis Eduardo Vega Ra- mírez, militante socialista y dirigen- te de la Federación Campesina “Ran- quil”, poblador del mismo sector, ambos detenidos en 1975, en una de cuyas detenciones participó un co- nocido agente represivo proveniente del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) del regimiento “Yungay” de San Felipe y posterior agente de la DINA, destinado a Curicó en 1974. El paradero de ambos se perdió para siempre, junto a la total impunidad en estos graves delitos de ‘lesa huma- nidad’.

Detención

El caso más desconocido y singular es el de la detención arbitraria y posterior desaparición del anciano jubilado Fermín del Carmen Martínez Rojas, que por motivos desconocidos es detenido por carabineros del Retén de Barrio Norte o Barrio Nuevo como originariamente se designaba al sector. Esta detención ocurre el 20 de febrero de 1980, cerca del mediodía, en momen- tos que la dictadura no realizaba ma- sivamente detenciones con posterior desaparición de las víctimas, dadas las numerosas denuncias y acusaciones de organismos internacionales que le valieron la famosa “Enmienda Ken- nedy”, con la cual Estados Unidos sus- pendió la ayuda militar a Chile debido a las graves denuncias de violaciones a los DD.HH.

Sin embargo, muchos agentes del Es- tado ignoraban estas resoluciones y seguían con sus prácticas abusivas y represivas. Lo cierto es que la detención de este anciano de 67 años, con testigos y por causas desconocidas, fue reconocida por los funcionarios poli- ciales que les señalaron a los familiares que lo habían “dejado en libertad para que fuera a buscar el dinero para pagar su fianza”, algo totalmente ajeno a los protocolos policiales.

La Comisión Rettig que investigó este caso, presume que los efectivos poli- ciales: “Por razones desconocidas y no investigadas habrían maltratado a la víctima, muriendo en tales circuns- tancias y luego su cuerpo fue hecho desaparecer”, sin que hasta la fecha haya una investigación profunda que determinara a los autores materiales e intelectuales de este atroz crimen. Es notorio que existe una clara respon- sabilidad a lo menos administrativa del jefe del Retén Norte y del prefec- to de la policía uniformada de aquel tiempo, algo que nunca se investigó judicialmente. Imaginamos que por el hecho de que Fermín Martínez Ro- jas tenía pocos familiares y de escasos recursos, además que no militaba en ningún partido político, puesto que ninguna organización política lo ha reivindicado.

Necesidad de una placa Conmemorativa

Posteriormente, en la época de las protestas anti dictatoriales, también hubo detenciones de manifestantes trasladados a dicho retén, el que según antiguos vecinos, que no quieren iden- tificarse, en algunas ocasiones sufrió rayados denunciando los abusos de DD.HH. y algunas pedradas arrojadas por jóvenes rebeldes.

Este retén, sin embargo, antes de terminar la dictadura (1990) es desmantelado y sus efectivos, junto a otros,destinados a conformar la Tenencia de Aguas Negras, siendo su casa esquina de Calle León XII con obispo Carlos Labbé desocupada, existiendo en la actualidad una imprenta. Así como en muchos lugares de Chile y el Maule, donde se ha hecho una po- lítica de Estado convertir en memorial los recintos y lugares de cruenta repre- sión y abuso a los DD.HH., es necesa- rio una placa recordatoria a modo de perenne memorial, dado que mucha gente ignoraba la historia de esta casa, que fue un recinto policial donde ocu- rrió este oscuro episodio de la deten- ción y desaparición definitiva del ciu- dadano chileno, el pensionado Fermín Martínez Rojas.

por Rodolfo De los Reyes, periodista y escritor

Siguen los coletazos de la altisonante declaración del diputado Ignacio Urrutia (UDI) en pleno Congreso, cuando calificó a las víctimas de Derechos Humanos, como "terroristas con aguinaldo".

Fue así como un grupo de familiares de detenidos desaparecidos, ejecutados y expresos políticos -a modo de protesta- marcharon en la Plaza de Armas de Parral, región del Maule.  

Según consignó Biobío, fueron casi 30 personas las que llegaron al centro de la localidad maulina, las cuales recorrieron las calles de su ciudad levantando letreros con fotografías y nombres de personas torturadas y ejecutadas en Colonia Dignidad (hechos ocurridos en Dictadura).  

MYRNA TRONCOSO

Myrna Troncoso, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Talca declaró al medio de cobertura nacional que “el diputado Urrutia es un conocido colaborador de la Colonia Dignidad y defensor de los criminales que abusaban sexualmente de niños y asesinaban personas. La defiende hasta hoy, por eso nos repugnan sus palabras”.

Cabe recordar, puntualizó Biobío, que "la mayoría de las víctimas de la represión política, que desató la dictadura en la Séptima Región, fueron trasladadas hasta la Colonia Dignidad".