Miranda Sepulveda Iván Octavio


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Rut : 5.022.384-1

Fecha Detención : 11-09-1973
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 19-01-1945 Edad : 28

Lugar Nacimiento : Santiago

Actividad Política :
Actividad : Tornero mecánico

Estado Civil e Hijos : Casado
Nacionalidad : chilena


Relatos de Los Hechos

Fuente :Vicarìa de la Solidaridad

Categoría : Antecedentes del Caso

Rut                   :            5.022.384

F.Nacim.            :            19-01-45, 28 años a la fecha de su detención

Domicilio            :            Pje. N°2, esquina Pje. N°4, Lo Franco 2695, Carrascal, Santiago

E.Civil                 :            Casado

Actividad            :            Mecánico tornero

C.Repres.            :            Dirigente sindical

F.Detenc.            :            11 de septiembre de 1973

 

  SITUACION REPRESIVA

            El día 11 de septiembre de 1973 Iván Miranda, casado, dirigente sindical, se encontraba de visita en la casa de sus padres, situada en calle Rawson 240 (Recoleta altura 1800), aprovechando que se encontraba haciendo uso de su feriado legal, el que debía extenderse hasta el 25 de septiembre de ese año.

            Durante la mañana del día 11 de septiembre de 1973, Iván Miranda se enteró por intermedio de sus padres, que se había producido un Golpe Militar. Permaneció en el hogar paterno hasta aproximadamente las 10 horas y luego salió con rumbo desconocido.

            Aquella fue la última vez que sus familiares la vieron con vida.

            Sin embargo, el día 16 de septiembre de 1973, sus padres recibieron una llamada telefónica de su hijo, en la que Iván Miranda les expresaba que se encontraba bien y sin novedades, pero no les indicaba su paradero. Desde esa fecha, nunca más volvieron a saber nada de él.

            En consecuencia, la familia se movilizó con el objeto de indagar cualquiera posibilidad de información en torno a su persona. De este modo, visitaron postas, hospitales, Instituto Médico Legal, comisarías, contactaron a amigos y conocidos de Iván Miranda y revisaron minuciosamente todas las listas de detenidos que proporcionaba el Gobierno Militar, sin obtener resultados positivos.

            Si bien Iván Miranda tenía simpatías por el gobierno depuesto e ideas de izquierda, no militaba en ningún partido político. Desempeñaba el cargo de tesorero del sindicato de su empresa, una fábrica de mecánica automotriz localizada en Maruri 812, Santiago.

            Estas circunstancias -ideas de izquierda y cargo de dirección sindical- hicieron presumir a los familiares su detención y eventual muerte a manos de efectivos Militares u organismos de seguridad del régimen militar.

            Cabe agregar, que la cónyuge del afectado, doña Norma Astorga Ramírez no volvió a verlo más y desde la llamada telefónica que hiciera a sus padres el día 16 de septiembre de 1973, ella perdió todo rastro de él.

            La Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación se formó la convicción de que la desaparición del afectado se debió a la acción de agentes del Estado.

 

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS

            Tras los múltiples e infructuosos intentos de los familiares por averiguar el paradero de Iván Miranda en centros de reclusión, comisarías y otros, el hermano de éste, George Nibaldo Miranda Sepúlveda, presentó una denuncia por presunta desgracia ante el Tercer Juzgado del Crimen de Santiago con fecha 4 de abril de 1977. Esta acción judicial dio origen a la causa rol 123.867 de ese tribunal.

            El 3 de mayo de 1977 el Instituto Médico Legal respondió al Tribunal que en esa repartición no aparecía registrado Iván Miranda desde el 11 de septiembre de 1973 hasta el 27 de abril de 1977.

            Por su parte, el Ministro del Interior Raúl Benavides, con fecha 10 de mayo de 1977, informó al Tribunal que Iván Miranda no registraba antecedentes en esa Secretaría de Estado ni se había dictado resolución alguna que le afectara.

            El 3 de octubre de 1977 compareció al Tribunal Alfredo Valderrama Bustamante, empleador del afectado, quien expresó que al no volver éste a su trabajo tras expirar su feriado legal, envió una nota a la Inspección del Trabajo. Agregó el empresario que más tarde había enviado a buscar a la cónyuge de Iván Miranda para devolverle la libreta del Seguro Social, entregarle el sueldo que se le adeudaba e inquirir por el paradero del desaparecido.

            El 26 de octubre de 1977 el Ministerio de Relaciones Exteriores informó al tribunal que Iván Miranda no registraba asilo ni abandono del país.

            El Departamento de Policía Internacional, por su parte, ofició al Tribunal con fecha 23 de noviembre de 1977, expresando que Iván Miranda no registraba salidas del país desde el 11 de septiembre de 1973 hasta esa fecha.

            El 10 de enero de 1978, Carabineros de Chile informó que en las unidades y reparticiones de esa dependencia no existían antecedentes sobre el afectado.

            Previamente a todo lo que ya se ha señalado, y con fecha 29 de septiembre de 1977, el Servicio de Registro Civil e Identificación había informado al Tribunal que era imposible remitir el extracto de filiación de Iván Octavio Miranda Sepúlveda "Por no encontrarse registrada ninguna persona con esos nombres y apellidos en el archivo índice de esta oficina", lo que equivale a decir que la identidad y existencia legal de Iván Miranda eran inexistentes. Sin embargo, al presentar la denuncia, sus familiares acompañaron un certificado de nacimiento y fotografías de él. Estas últimas correspondían al año en que había realizado su Servicio Militar Obligatorio y, conjuntamente con ellas, la familia acompañó un Diploma de Honor que le fue otorgado por la Dirección de Reclutamiento de las Fuerzas Armadas.

            En consecuencia, el 28 de febrero de 1978, y para obviar semejante irregularidad, el Tribunal se constituyó personalmente en el Gabinete Central de Identificación, haciendo extensiva la diligencia a otros procesos por secuestro o presunta desgracia. Pero era imposible efectuar esa gestión en un solo día, por lo que el Tribunal impartió la orden de que se le enviara a la brevedad los extractos de filiación de todas las personas cuyos secuestros o desapariciones se habían denunciado dentro del radio de su jurisdicción.

            El 13 de marzo de 1978 el Servicio de Registro Civil e Identificación envió al Tercer Juzgado del Crimen una extensa nómina de personas con sus respectivos números de cédula de identidad y fotografías, pero nuevamente omitió el extracto de filiación y fotografía de Iván Octavio Miranda Sepúlveda por no "encontrarse registrado en el archivo índice de esta Oficina Central".

            El 17 de abril de 1978 y pese a existir una serie de diligencias pendientes solicitadas por el denunciante -entre otras, informes de la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos, SENDET, del Ministerio de Defensa, etc.- el Tribunal declaró cerrado el sumario.

            A continuación, "y teniendo presente que no se encuentra completamente acreditado que Iván Miranda Sepúlveda haya sufrido una presunta desgracia o en su contra se haya perpetrado el delito de secuestro", el juez sobreseyó temporalmente la causa.

            El 28 de junio de 1978 la Corte de Apelaciones de Santiago dictó una resolución que aprobó el sobreseimiento.

            Los antecedentes antropomórficos de Iván Miranda Sepúlveda fueron anexados a la causa 4449-AF del 22° Juzgado del Crimen de Santiago por el delito de inhumación ilegal, en el Patio 29 del Cementerio General, de personas no identificadas muertas entre septiembre y diciembre de 1973. El Juez Instructor de la causa ordenó la excavación de 108 tumbas en septiembre de 1991. De allí se exhumaron 125 cuerpos, los que fueron remitidos al Instituto Médico Legal. En la actualidad (fines de 1992) se está a la espera de los informes periciales de identificación.

 


Identificada víctima del 'Patio 29' desaparecida desde 1973

Fuente :24horas.cl 28/5/2012

Categoría : Prensa

Iván Octavio Sepúlveda, casado y dirigente social de una fábrica, fue visto por última vez el 11 de septiembre.

El Servicio Médico Legal (SML) informó que mediante análisis genéticos se identificó a Iván Octavio Sepúlveda, víctima del 'Patio 29' y quien se encontraba desaparecido desde el 11 de septiembre de 1973.

Las pericias realizadas en el Laboratorio de la University of North Texas (UNT) permitieron confirmar el trabajo de un equipo multidisciplionario de la Unidad de Identificación Forense del SML.

Los resultados le fueron informados a la familia de Sepúlveda por el ministro que investiga la causa, Alejandro Solís, y el director del Servicio Médico LegalPatricio Bustos.

Iván Miranda estaba casado y se desempeñaba como dirigente sindical de una fábrica de mecánica automotriz. Fue visto por última vez el 11 de septiembre de 1973 en casa de sus padres. Cinco días después habría llamado a su familia, pero nunca más se supo de él.


"El Patio": el testimonio vivo de los tres sepultureros del Patio 29

Fuente :elmostrador.cl 23/7/2018

Categoría : Prensa

Se trata de un documental dirigido por Elvira Díaz, que cuenta la historia de tres sepultureros del emblemático patio del Cementerio General: Lelo, Perejil y Rogelio, quienes tuvieron la amarga tarea de enterrar cientos de cadáveres no identificados, durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.

La directora del filme, Elvira Díaz, nació en Francia y no conoció Chile sino hasta el año 2001, buscando acercarse a la realidad del país que vio nacer a su padre. “Mi padre llegó a París como refugiado político en enero de 1974. Esperé toda mi infancia que me trajera a Chile y finalmente decidí partir sin él en el año 2001, porque necesitaba acercarme a la realidad de las personas que se quedaron viviendo allí para entender y sentir”, afirmó la realizadora.

Al Cementerio General llegó cuando filmaba el documental “Víctor Jara Nº2547”, que narra el entierro del cantante, cuya tumba se encuentra frente al Patio 29. Allí comenzó a cuestionarse la historia de ese espacio.

“Estando enfrente todos los días, comencé a hacerme preguntas sobre la historia de ese lugar y sus sepultureros”, confiesa. “Héctor Herrera, que es la persona que enterró a Víctor Jara en 1973, me contó que un sepulturero lo había ayudado a poner el ataúd del cantante en el nicho, y que, como acto de resistencia, había puesto una corona de flores que había robado de una tumba vecina, lo que obviamente estaba prohibido en ese momento. Entonces, me pregunté ¿quién había enterrado a los muertos en el Patio 29, quién estuvo a cargo de esa difícil tarea? Al principio pensé que eran soldados, hasta que el director del cementerio me explicó que no y me envió donde Lelo, que era un sepulturero que todavía estaba en servicio”, detalla.

La autora confiesa que inmediatamente sintió un gran respeto por sus retratados, testimonios vivos de sabiduría  entre quienes han pasado por situaciones espantosas, sin perder la cordura ni el sentido del humor. “Como muchas personas que han experimentado cosas terribles en sus vidas, hoy testimonian una cordura y sabiduría que me conmueven. También tienen mucho sentido del humor. Su visión de la vida, la muerte y la locura humana es diferente a la nuestra. Aprendí mucho de ellos”, dice.

La confianza que consiguió la realizadora en sus personajes fue clave en el desarrollo de la película, puesto que sus testimonios comenzaron con la desconfianza propia de personas que por décadas han guardado escalofriantes secretos que ponen en riesgo su vida y las de sus seres queridos.

“El primer día de la filmación nadie quería hablar ni tampoco ser filmados en el cementerio. Habían recibido llamadas anónimas, tenían miedo de perder su trabajo y sus vidas. Luego de 15 días de filmación en otros lugares, Lelo y Perejil decidieron no temer más: ‘Estuvimos asustados por 17 años, es suficiente, vengan y llévennos al cementerio ahora’, me dijeron”.

Al ser consultada sobre cómo reaccionará el público chileno frente al documental, Elvira Díaz señala: “No lo sé. Estoy impaciente por hablar con el público. También tengo muchas preguntas que hacer, no pretendo dar respuestas o imponer un mensaje, ni tampoco decir lo que el público debe pensar. Propuse mi observación personal a pesar de la distancia, y por el hecho de que no viví la dictadura, estoy abierta a todos los comentarios posibles”.

Elvira Díaz agrega: “Este filme es una forma de homenaje también. Mi objetivo es dar a luz historias personales que pertenecen a todos, sirvo de antena”, concluye.

La película se estrenará el jueves 2 de agosto en el circuito de salas que Miradoc tiene a lo largo del país, en una iniciativa financiada por el Programa de Intermediación Cultural, Convocatoria 2017; y el Fondo de Fomento Audiovisual, Convocatoria 2017, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.