Para Jacqueline Santiago Bell
Cuando reinstalados en medio de penurias, en nuestra desventura habitual por cotidiana lamiendo las cicatrices, resignados. Es el final de aquellos días, sin exigencias; casi perfectos, escasos en ocurrencia pero conocidos. Cuando la luz se retira lentamente, casi excusándose. Equilibrado sereno en el centro de mí mismo perezoso, condesciendo en aceptar un sospechoso final ineluctable e imaginar indulgente que, al menos, los restos de tu envoltura mortal Descansan en un decente rectángulo verde en algún lugar ignoto; seguros, al amparo de ventoleras, aves rapaces, bestiezuelas hambreadas, o víboras intentando morder lo que queda de tus labios, otrora fructuosos entonces desde el fondo recóndito, de mi modorra crepuscular, me sobresalta un chasquido, un crac sordo de piedra partiéndose, el revés de un grito inaudible sacudiendo el aire terso arrastrando una marejada oscura de voces y entre ellas como una nota de flauta la tuya inconfundible repitiendo, taladrante! Resistan! Resistan! no nos dejen desaparecer En tanto remolinos de pequeñas hojas secas esbozan ululantes tu cara contra el cielo imperturbable Y tal como la manzana, que cae, en la poza de agua quieta en un lampazo de luz caigo en cuenta, al desfilar los homicidas, en su carrusel macabro Que los chacales entorchado Los maricas mitrados Los tinterillos togados Los banqueros antropófagos Los lacayos megalómanos Lucidos, concensuados, concertados solo pueden destruir los cuerpos y proscribir la memoria así sin vacilaciones casuísticas los ya identificados hasta el colmo si no ellos ahora, sus hijos, sus nietos biznietos y sus tataras … en el mas acá o en el mas allá han sido condenados a responder Donde están… Desde entonces rastreo casi paranoico apenas me peino en la mañana - Me acuesto vestido- y voy de arriba para abajo de abajo para arriba. de lado a lado, buscando el lugar, El lugar donde tu alma fue desgajada, separada de su capullo roto busco el lugar para plantar tu árbol un álamo, un espino, un canelo? Nuestro hermano árbol: refugio de pájaros y vagabundos, aeropuerto de los espíritus itinerantes evocación viviente de tu realidad evidencia flagrante de que un día fuiste y porque están todos tan ocupados olvidando y nadie responde donde estas Vivo en el camino como un loco desgreñado golpeó a las puertas de los brujos, las adivinas, espiritistas y médium…preguntando por tí me escupen en los portones de las comandancias soy ignorado en las antesalas de los ministerios, - me patean los porteros - me sangran las yemas, me arden los ojos, revisando archivos – preguntando por ti Me siento a la mesa con los quirománticos, los palmistas y los tarotistas – tirando cartas, escudriñando bolas, activando ouijas – Preguntando por tí. Descalzo cubierto en cenizas peregrino a Delfos, Fátima, El Valle de Silicon, La ONU, La NASA, El Vaticano. La Meca y Lassa – Preguntando por ti. Me interno en los manicomios. Fisgoneo en los confesonarios. Me sicoanalizo, me emborracho me hipnotizo con peyote – preguntando por ti me planto en la plaza persigo a las gitanas, que huyen – cuando pregunto por ti. A la salida de las estaciones, los aeródromos, los puertos levanto un letrero polígloto - Preguntando por ti irrumpo en los templos desesperado, buscando el verdadero nombre de Dios, porque este que invoco no responde, cuando le pregunto por ti. Vacío, extenuado en el polvo, Ovillado en mi abandono me rindo, cansado al infinito mas tu recuerdo como un aguijón me transporta de la tristeza a la náusea y de esta al apogeo de la ira se reanima en mi tu memoria, como un tatuaje candente en el vientre, un clavo de hielo entre mis ojos, un escapulario de sombras resistiendo la erosión del tiempo
Porque no nos dejan saber donde estás? si en la tierra, el agua o el aire camino ahora en puntillas, dolorosamente alerta, ávido de señales… tal vez, una pequeña rama quebrada las hilachas de la telaraña rota un suspiro, un gemido, algo, un indicio mínimo, que nos devuelva la sombra de tu añorada presencia mientras tanto lloraremos, aquí, allá y acullá – Diariamente – Lloraremos hasta escanciar la última lágrima. lloraremos sin lágrimas, sin ojos, desde las cuencas vacías cuando se derrite la escarcha lloraremos sangre del corazón, desde el corazón del corazón hendido oteando despavoridos los llanos, desde el escalofrío de las cumbres, lloraremos inmóviles cual cruces negras recortadas contra muros de impenetrable soberbia - lloraremos – Delante de los ángeles indolentes, lívidos, los rostros vueltos hacia los cielos impávidos juncos trémulos frente al osario inmenso de un mar de plomo indiferente – Lloraremos – Antes de desayuno, en cada comida, entre sopas y lágrimas, mirando tu silla vacía – Lloraremos – Incansablemente, en turnos agobiadores - para que no cese el llanto – - por que no son muchos los que aún lloran – como yo, que lloro quietamente frente a la ventana abierta hacia el camino por el que nunca regresaras, en ningún atardecer, Jacqueline lloraremos hasta el final de los tiempos o la consumación de la justicia Y cuando no quede uno para llorar, ese que llaman Supremo será… engullido por su soledad y como no hay crimen oculto a la larga o a la corta, esperamos, de acuerdo, a la alquimia inmanejable del misterio, que comandos del terror de las gaviotas Asedien la familia del verdugo en vacaciones Que una nube de mariposas negras/suman su casa en una larga noche Que los buitres lo asalten en el jardín, o que las lágrimas de sus lámparas pretenciosas se derritan y le arruinen el tapiz
Por tu martirio Jacqueline, e incontables más de la misma factura infame, sabemos que la suprema inocencia compele a la invención del supremo crimen los ingenieros de la malicia diseñaron el artilugio conceptual satánico: La sinonimia desaparecido - muerto Criaturas, que mientras mas tiempo invisibles menos serán - sometidas a la desconstrucción ontológica, a las arenas movedizas de la amnesia inducida devorando el ser inmolado no obstante tu, mi pequeña Jacqueline y miríadas de nuestros amados hermanos han derrotado el zarpazo de la muerte encendiendo de vida nuestras evocaciones llenando de amor la memoria dado que la vida mas secreta de nuestra memoria la anima el amor haciéndola indestructible
Octubre 2004 |