Regimiento de Infantería Motorizada Nº 10 «Pudeto»

Foto

Ubicación:Calle Zenteno s/n, Punta Arenas XII Región

Organismos:Servicio de Inteligencia Militar (SIM)

Rama:Ejército

Geolocalización: Google Maps Link


Descripción General

Categoría : Otra Información

En la región de Magallanes se aplicó la tortura de modo habitual y se estima que alrededor de 1.000 personas estuvieron privadas de libertad y sometida a ese tratamiento.  El Regimiento de Infantería Motorizada Nº 10 "Pudeto"  fue utilizado desde el primer momento como lugar de reclusión, interrogatorios y torturas de hombres y mujeres detenidos en Punta Arenas y en las comunas de Porvenir y Puerto Natales.

Fueron traslados desde allí en avión o por tierra, esposados y con los ojos vendados. Algunos declararon que se habían presentado voluntariamente al ser llamados por bandos y que quedaron inmediatamente detenidos y sometidos a interrogatorios. Durante todo el período de funcionamiento de este recinto, existió un flujo constante de prisioneros que ingresaban, eran trasladados desde o hacia otros recintos o eran liberados.

Según los testimonios, algunos fueron trasladados durante las madrugadas, por personal del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), a otros centros de tortura, como el Palacio de las Sonrisas (antiguo Hospital Naval); luego eran devueltos en muy malas condiciones físicas y anímicas, después de horas o días de haber sido sometidos a torturas. Testimonios señalan que a este recinto se trasladaba frecuentemente la Fiscalía Militar para participar en interrogatorios de detenidos. Según informes de la Cruz Roja Internacional a fines de Septiembre de 1973 se encontraban  mas de 100 prisioneros políticos en el Regimiento de Infantería Motorizada Nº 10 "Pudeto", en Punta Arenas. 

Los presos políticos eran alojados en el gimnasio del campo, que mide 25 x 40 x 4 metros y dormían en las gradas, de sólo 80 cms de ancho.  La calefacción era deficiente y los detenidos contaban con dos frazadas por persona. A la fecha del mencionado informe, había cinco detenidos incomunicados. Existían también celdas de incomunicación, pequeñas, sin luz, ni agua, ni baño.

En el mes de diciembre de 1973 la mayoría de los prisioneros fueron trasladados a Isla Dawson. Después del traslado de prisioneros a Isla Dawson, los detenidos que llegaban eran mantenidos en contenedores o en un subterráneo ubicado bajo el casino de suboficiales. Al mismo tiempo presos políticos detenidos en la Isla Dawson eran trasladados a este recinto donde eran interrogados y torturados en unos sótanos habilitados especialmente para estos fines. Los presos eran generalmente golpeados brutalmente, se le aplicaba corriente eléctrica en los genitales y diferentes partes del cuerpo o los golpean con las culatas de los rifles rompiéndoles los dientes y muelas o se les sacaba muelas fríamente. Los presos políticos fueron también obligados a presenciar y escuchar torturas a otros detenidos; padecieron simulacros de fusilamiento, posiciones forzadas, eran expuestos mojados y desnudos a bajas temperaturas.

Criminales y Cómplices:

Julio Marquez (Oficial de Reserva – Ejercito); Médico Araneda (Ejército); Teniente Valenzuela (Ejército).

 

Fuentes de Información Consultadas;Informe Rettig; Cruz Roja Internacional; Comisión Internacional de Investigación de los crímenes de la Junta militar en Chile; CODEPU; Informe Valech;Archivo Memoriaviva;


Corte de Apelaciones rebaja de 100 a $40 millones indemnización para ex preso político torturado

Fuente :laprensaaustral.cl, 12 de Julio 2017

Categoría : Prensa

Jefe (s) de Indap de Punta Arenas el año 1973, estuvo detenido en el Regimiento Pudeto y fue paseado por diferentes centros de tortura.

La Corte de Apelaciones de Santiago redujo de 100 millones a 40 millones de pesos el monto de la indemnización que el fisco de Chile deberá pagar al ex preso político, Horacio Castro Salas, de actuales 82 años, domiciliado en Las Condes, en la capital, quien demandó por torturas.

Castro Salas, ingeniero agrónomo, fue destinado el año 1964 a Punta Arenas, desempeñándose en el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), en la isla de Tierra del Fuego, donde formó una familia con Carmen Luz Morán. El año 1970 fue trasladado a Indap, en Punta Arenas, para asesorar al sector ganadero. En 1973, se desempeñaba como jefe (s) de la oficina en esta ciudad, cuando lo sorprendió el Golpe de Estado. Pese a no encontrarse enrolado en ningún partido político, aunque simpatizaba con la Izquierda Cristiana, el 11 de septiembre de ese año se presentó voluntariamente al Regimiento Pudeto, tras la publicación de un bando militar en el diario La Prensa Austral de la época. Durante su paso por el Regimiento Pudeto, el Palacio de la Risa de Avenida Colón y la base Aérea en Catalina, fue víctima de torturas, las que ahora exige indemnizar a través de la demanda civil, que había sido fallada ya en primera instancia, por el Décimo Séptimo Juzgado Civil de Santiago, que había dado lugar al pago de una compensación por 100 millones de pesos. El caso seguramente llegará a la Corte Suprema.


Fallecio Guillermo Saez Aravena

Fuente :radiopolar.com, 1 de Junio 2016

Categoría : Prensa

En la madrugada del martes 31 de mayo de 2016 falleció, en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, Valparaíso, el compañero Guillermo Sáez Aravena, quien se encontraba internado desde hace un par de meses luego de un grave accidente automovilístico. Guillermo Sáez, casado con Valeria Scheihing, tuvo cinco hijos, siete nietos y una bisnieta. Era ampliamente conocido por nuestros compañeros en Magallanes y en Valdivia. Se caracterizaba por su optimismo, buen humor, lenguaje directo y a veces procaz, junto a su cálida amistad.

Como reseña histórica queremos destacar algunos de los datos más significativos de violaciones de derechos humanos que Guillermo Sáez sufrió desde el 11 de septiembre del 1973. Era funcionario del ministerio de obras públicas y un conocido militante del Partido Socialista. En esta calidad es que fue llamado en los primeros bandos militares para que se entregara a la autoridad golpista. Se presento el 13 de septiembre de 1973 en el Regimiento Pudelo de Punta Arenas, donde fue secuestrado y recluido. Estuvo incomunicado en este regimiento, y durante su secuestro sufrido torturas y en variadas oportunidades y durante mucho tiempo en varios centros de tortura en Punta Arenas. Estos interrogatorios -como él contaba- eran coordinados por el fiscal militar capitán Gerardo Alvarez.

Guillermo Sáez, junto a otros socialistas, fue procesado en el primer consejo de guerra de Magallanes que se realizó el 21 de noviembre de 1973, y fue condenado a 19 años y 1 día de reclusión mayor en su grado máximo, incluyendo la inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos. A fines de diciembre de 1973 fue trasladado al Regimiento Rene Schneider en Ojo Bueno. Después de una explosión en este regimiento, el 3 de enero de 1974, es confinado en el Regimiento Cochrane. Después fue trasladado a Isla Dawson, donde fue recluido en la Barraca Remo del campo de concentración Rio Chico, donde además de trabajos forzados es sometido a incomunicación en celdas a la intemperie en bajas temperaturas. Permanece en Isla Dawson desde el 1 de febrero de 1974 al 26 de septiembre de 1974, cuando se cierra este campo de concentración. Posteriormente es trasladado a la Cárcel Publica de Punta Arenas, donde sufrido incomunicación y torturas en el mismo recinto de la cárcel. En marzo de 1976 fue trasladado a la Cárcel de Capuchinos de Santiago y fue expulsado a Holanda. Fue autorizado para retornar al país recién en 1987. Su registro como víctima de prisión política y tortura en el Informe Valech es el 21924.

Guillermo Sáez es el séptimo compañero de la demanda de 31 ex prisioneros de Dawson que no logra recibir la indemnización en vida, otorgada por el poder judicial, ratificada por la Corte Suprema hace ya más de ocho meses, y después de ocho años de litigación.

Por la ONG Dawson 2000 Eliecer Valencia, Miguel Loguercio, Libio Pérez, Roberto Lara, Baldovino Gomez, Hector Avilas


Carlos Zanzi, adiós al amigo

Fuente :www.centroavance.cl, Julio 2004

Categoría : Otra Información

Había que estar, tener agallas. Carlos Zanzi rondaba los 60 años en 1973 cuando fue detenido por el Ejército. También su compañera de toda la vida. Nada sabía de sus hijos, cercanos al Presidente Allende y comprometidos políticamente como su padre. Su gran pecado: ser amigo personal del Presidente y ocupar el cargo de Vicepresidente Ejecutivo de CORMAG (Corporación de Magallanes), instrumento destinado a promover el desarrollo regional.

Sobre él recayó todo el odio uniformado del General Torres de la Cruz, el hombre de Pinochet en la región austral. En el Regimiento Pudeto de Punta Arenas cientos de presos políticos vivíamos la incertidumbre de esos primeros días de cautiverio, con dolor, con miedo, con terror. Se atropellaba y torturaba diariamente. Y se ejercía sobre nosotros una enorme presión psicológica. Nos instalaron un televisor sólo para ver las noticias y enterarnos de las ejecuciones sumarias, las denuncias contra el Gobierno Popular, la ropa interior femenina y el alcohol encontrados en el despacho del Presidente…

En Magallanes el centro de las calumnias era Carlos Zanzi. Había que destruir al amigo de Allende y crear un manto de sospechas contra la labor de CORMAG. Querían darnos lecciones de moral y justificaban su Golpe artero con un inexistente Plan Z, contrabando de armas desde Cuba, la vagancia y la inmoralidad del gobierno marxista.

En nombre de esos supuestos se torturaba, se mancillaba la virtud de las personas, se llegaba hasta el asesinato político.

Y allí estaba Carlos Zanzi con su generosidad, su entereza, asumiendo el papel de padre consejero (no en vano era uno de los mayores entre los prisioneros). Cuando nos trasladaron a Isla Dawson fue el Delegado de nuestra barraca (Charlie) ante los responsables militares de la isla. Sabía de las torturas contra su compañera, nada sabía de sus hijos y sin embargo ese hombre mayor soportaba con entereza duros momentos, seguramente mucho más duros para quien rondaba entonces los sesenta años.

En septiembre de 1974, al año del golpe, estaba con Carlos Zanzi en el Regimiento Cochrane, de la Infantería de Marina, en el sur de Punta Arenas. Ese día recuperamos parcialmente nuestra libertad, pues nos relegarían a diferentes y aislados puntos del país. Fuimos subidos a un camión, entre otros, Carlos Zanzi, Juan Carlos Mandich, Patricio Rettig, Américo Fontana y yo.

Después nunca más lo vi. No tuve oportunidad de transmitirle mi respeto, admiración y cariño, aunque siempre supe de él, de su exilio en España, de su retorno a Chile.
Esta historia de crecer, de venirnos grandes, tiene sus cosas gratas. Vemos crecer a nuestros hijos, llegan los nietos… Pero tiene sus momentos ingratos, dolorosos. Ser testigos de la partida de nuestros mayores, nuestros seres queridos. Enterarnos como hoy, por ejemplo, en una luminosa mañana del invierno de Buenos Aires, que Carlos Zanzi, compañero, amigo, socialista de toda la vida, amigo de mi padre, nos ha dejado a los 89 años allá en su ciudad, en Punta Arenas, en esa Patagonia que tanto amamos.


Ministra Pinto procesó al médico Guillermo Araneda en causa de Derechos Humanos

Fuente :laprensaaustral.cl, 16 de Junio 2022

Categoría : Prensa

El médico cardiólogo Guillermo Araneda Vidal fue sometido a proceso ayer, en el marco de la querella que investiga la ministra en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, Marta Jimena Pinto.

La acción, que busca responsabilidades penales, fue presentada el 21 de diciembre de 2015 por 16 mujeres, todas ex presas políticas.

Una de estas víctimas es Rosa María Lizama Barrientos, y su denuncia es la que llevó a la ministra Pinto a dictar el auto procesamiento del doctor Araneda como encubridor de los delitos de “detención ilegal, secuestro calificado y abusos deshonestos”. Y también fue procesado como cómplice del delito de “aplicación de tormentos”.

El abogado defensor del procesado, Guillermo Ibacache Carrasco, concurrió ayer en la tarde, pasadas las 18,30 horas, hasta el Palacio de la Corte de Apelaciones, en calle José Nogueira, a notificarse del auto de procesamiento de su representado, donde fue recibido por el secretario Mauricio Recabarren Fernández.

Junto con ser encausado judicialmente, sobre la marcha la ministra sumariante le concedió a Araneda la excarcelación, previo pago de una fianza de 500 mil pesos.

La figura del “auto procesamiento” viene del sistema judicial antiguo. Esto significa que existe un delito y que el juez tiene presunciones fundadas para estimar que la persona sometida a proceso tuvo participación en lo que se le imputa. Puede ser como autor, cómplice o encubridor.

Ahora viene la etapa en que Guillermo Araneda, que pasó de inculpado a procesado, podrá defenderse durante la tramitación de la causa. Incluso puede hacer uso del derecho de apelación del encausamiento ante Corte de Punta Arenas. Y es lo más seguro que lo haga su abogado dentro del plazo legal.

Dentro de la presunción de inocencia que le asiste a toda persona, Araneda tiene ahora todo el derecho a defenderse.

El nombre del médico ha sido mencionado en publicaciones de organismos ligados a la defensa de los Derechos Humanos, donde lo sindican como médico que asistía los procesos de tortura de los presos políticos en Punta Arenas.

Querella

La querella criminal, que busca responsabilidades penales, la presentaron 16 mujeres, todas ex presas políticas, el 21 de diciembre de 2015, por los delitos de “secuestro, sustracción de menores, abusos deshonestos en concurso ideal con el crimen de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes; privación ilegítima de libertad y asociación ilícita”. Una de las tantas personas mencionadas en la presentación legal es el médico cardiólogo.

Víctima Rosa Lizama

Una de las víctimas es la profesora Rosa María Lizama Barrientos, que sufrió detención ilegal o secuestro, asociación ilícita, privación ilegítima de libertad y aplicación de tormentos.

Es su denuncia la que llevó a la ministra Pinto a procesar al doctor Araneda. Por lo mismo no se descartan otros procesamientos en los próximos días, dada la cantidad de mujeres querellantes.

Rosa Lizama fue detenida en 1973 por agentes del Estado en el liceo donde estudiaba. Los soldados ingresaron premunidos de metralletas provocando intimidación con su actuar. Ella tenía 16 años de edad y cursaba tercero medio. Era dirigente estudiantil y militante del Partido Socialista.

El 26 de octubre de 1973 dos hombres de la Fuerza Aérea la sacaron del liceo y la subieron a una camioneta. Fue interrogada, sufrió golpes, perdió la conciencia y despertó desnuda.

Fue llevada al Regimiento de Ojo Bueno, recinto del que la sacaban algunas noches para llevarla al edificio de Avenida Colón, donde la torturaban e interrogaban. Producto de esto sufrió taquicardia y perdió el conocimiento.

Estuvo varias noches en el estadio Fiscal; en el Regimiento Pudeto; en Río los Ciervos; y en la Casa del Deportista, todos lugares donde fue interrogada.

Posteriormente fue sometida al Consejo de Guerra, lo cual describe como “su juicio”, siendo condenada a 4 años de presidio, incomunicada hasta el mes de enero de 1974, oportunidad en donde producto de una explosión fue trasladada a la cárcel de mujeres, aceptando más tarde una pena conmutada por extrañamiento, en octubre de 1974, regresando a su casa con arresto domiciliario.

Finalmente le acogieron un indulto, debiendo firmar en el patronato de reos durante 4 años.

Producto de los sufrimientos y torturas ha padecido dolores físicos por 27 años, pesadillas, depresión y problemas para dormir.