Comisaría de Carabineros, Puerto Natales


Ubicación:Calle Tomás Rogers N°274, Puerto Natales Natales XII Región

Rama:Carabineros

Geolocalización: Google Maps Link


Descripción General

Categoría : Otra Información

La Comisaría de Carabineros de Puerto Natales, Calle Tomás Rogers N°274, esquina Manuel Bulnes, Manzana 15, fue utilizado como centro de detención e interrogatorio desde septiembre del año 1973 hasta el año 1974. Hubo algunos casos esporádicos en años posteriores. Era un recinto de tránsito de detenidos, en donde se les interrogaba y permanecían incomunicados. En este período los prisioneros eran trasladados con los ojos vendados, en la noche, para ser interrogados por personal del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) en la Sede de la Cruz Roja Chilena (CRI) o bien en el edificio de la Gobernación de Puerto Natales, para ser sometidos a nuevos interrogatorios y torturas. Después, los prisioneros políticos fueron trasladados al Regimiento de Lanceros o a Punta Arenas.

 

Fuentes de Información Consultadas: CODEPU; Informe Valech; Memoriaviva;


El Natalino: Reservadas diligencias en estremecedor caso de atropello a DD.HH.

Fuente :laprensaaustral.cl, 19 de Octubre 2016

Categoría : Prensa

En la causa por la muerte del carpintero Martín Miranda Aguilar, en 1976, se encuentra procesado el sargento en retiro Nolberto Raddatz Corrales. La ministra en visita Marta Jimena Pinto estuvo el lunes de esta semana en Puerto Natales encabezando la investigación.

Con sumo hermetismo la ministra en visita Marta Jimena Pinto estuvo el lunes recién pasado en Puerto Natales encabezando las diligencias para esclarecer la muerte del carpintero Martín Miranda Aguilar, deceso ocurrido el 23 de diciembre de 1976. Por este hecho se encuentra procesado el ex funcionario de Carabineros, Nolberto Raddatz Corrales.

La magistrado llegó acompañada de los funcionarios de la Brigada Investigadora de Delitos Contra los Derechos Humanos de la PDI.

En horas de la tarde del lunes se entrevistaron con la hija del malogrado trabajador, Rosa Miranda Vera, y posteriormente se realizaron peritajes planimétricos y fotográficos en el hospital Augusto Essmann. En el lugar fue entrevistado el entonces encargado del Servicio de Rayos del hospital, José Luis González.

Las diligencias se realizaron con sumo hermetismo, sin existir una declaración por parte de la magistrado, ni de los profesionales que la acompañaban. Tampoco fue posible obtener una versión de las personas con quienes se entrevistaron, al ser todo parte del secreto del sumario.

Acuciosa labor

La ministra en visita Marta Jimena Pinto está desde noviembre de 2014 a cargo de la investigación de tres causas de violaciones a los derechos humanos ocurridas en la década de los años setenta en Magallanes, durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Además del asesinato de Martín Miranda ocurrido en Puerto Natales el 23 de diciembre de 1976, la jueza tiene en sus manos la investigación del detenido desaparecido Silvio Bettancourt Bahamonde, y la muerte de José Daniel Vera Pérez. A Bettancourt se le perdió el rastro el 13 de septiembre de 1973, apenas dos días después del golpe militar. En el caso de José Daniel Vera Pérez, su muerte se produjo en Punta Arenas el 8 de enero de 1974, cuando el trabajador tenía 34 años de edad. No presentaba militancia política. Según estableció la Comisión de Violación a los Derechos Humanos, este pescador murió a causa de una anemia aguda por herida a bala abdominal transfixiante. El afectado recibió el disparo en horas del toque de queda, siendo trasladado al Hospital Naval de Punta Arenas, lugar donde falleció.

Aplicación de tormento

En el hecho ocurrido en Puerto Natales, Nolberto Raddatz Corrales –hoy sargento en retiro- fue procesado y prontuariado como autor del delito de aplicación de tormentos con resultado de muerte de Martín Gustavo Miranda Aguilar, detenido en la Segunda Comisaría de Puerto Natales el 18 de diciembre de 1976.

La investigación que sustancia la ministra de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, Marta Jimena Pinto, hasta esta etapa procesal, ha logrado establecer que Martín Miranda Aguilar fue detenido el 18 de diciembre de 1976 y conducido hasta la Segunda Comisaría de Carabineros de Puerto Natales lugar donde fue sometido a golpizas por personal policial las que derivaron en su muerte el 23 de diciembre en el hospital local.

Por lo anterior Raddatz incluso estuvo detenido entre el 4 al 6 de mayo de este año, quedando en libertad tras pagar una multa de $50 mil.

La víctima, Martín Miranda, fue recordado en su momento por sus hijos Rosa y Moisés Miranda Vera, como un hombre honesto. Más vinculado al sindicalismo que a la política. Además era un buen lector a quien nunca escucharon proferir un garabato. Había llegado a Puerto Natales cuando tenía aproximadamente dos años de edad desde la isla Rilán, en Chiloé. Aquí conoció a su esposa, quien era hija del primer matrimonio celebrado en Puerto Natales (integrado por Isaías Vera Manríquez y Elvira Recabarren Segura).

Juntos tuvieron cinco hijos, Rosa (la mayor) y cuatro hermanos varones más, tres de los cuales ya están fallecidos.

Al momento del golpe militar, Miranda se encontraba trabajando en la estancia de Cerro Guido, donde fue torturado junto a sus compañeros de trabajo por la patrulla militar que se instaló en la estancia. Por ello decidió radicarse en Puerto Natales y trabajar como carpintero, sin embargo fue detenido el 18 de diciembre por efectivos Carabineros, quienes lo golpearon salvajemente para luego derivarlo a la cárcel local. Debido a sus graves lesiones debió ser operado de urgencia en el hospital de Natales, dejando de existir el 23 de ese mismo mes.

Este caso se mantuvo durante todos estos años como un secreto en Puerto Natales, donde era tema de conversación en la intimidad y seguro resguardo de los hogares.


Sargento (r) de Carabineros fue detenido y procesado por tortura y muerte de un carpintero el año 1976 en Natales

Fuente :laprensaaustral.cl, 5 de Mayo 2016

Categoría : Prensa

En una dependencia de Carabineros, en Punta Arenas, cumplió su primera noche de reclusión el sargento en retiro de dicha institución policial, Nolberto Raddatz Corrales, detenido por oficiales de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI que viajaron expresamente a Punta Arenas, por petición de la ministra Marta Jimena Pinto, en su rol de investigadora de la muerte del carpintero Martín Gustavo Miranda Aguilar, fallecido el 23 de diciembre de 1976 en el Hospital de Puerto Natales.

Durante la jornada de este miércoles, Raddatz Corrales, fue sometido a proceso como autor del delito de aplicación de tormentos con resultado de muerte, quedando detenido en una unidad de Carabineros.

Martín Gustavo Miranda Aguilar murió dos días antes de la Navidad de 1976 por una peritonitis generalizada, ruptura traumática del intestino, según se consigna en el certificado de defunción.

De acuerdo con declaraciones de familiares y antecedentes obtenidos del proceso judicial instruido en su oportunidad, Miranda, militante del Partido Socialista, fue detenido el 18 de diciembre por carabineros de Puerto Natales, quienes lo torturaron en la unidad policial a la cual fue trasladado.
Después de salir en libertad, su cónyuge lo llevó al hospital de la localidad, donde quedó internado y posteriormente falleció.

El protocolo de autopsia determinó que presentaba dos lesiones traumáticas de gravedad inferidas por terceros que le causaron la muerte.

El proceso judicial instruido en la Justicia Militar fue sobreseído con el fundamento de que no existían antecedentes para responsabilizar a determinada persona como autor, cómplice o encubridor del delito denunciado.

Querella criminal

Tras el advenimiento del gobierno democrático, la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación consideró a Miranda como una víctima de violación de derechos humanos, razón por la que el año 2011 abogados patrocinantes de dichas causas, entablaron una querella contra quienes resulten responsables, cuya investigación, en Punta Arenas, recayó en la ministra Marta Jimena Pinto.

Sobre este caso, la ministra Pinto señaló en una entrevista concedida a La Prensa Austral el 7 de septiembre de 2015, que a raíz de esta indagatoria se logró desarchivar una investigación que tenía más de treinta años. “Fue difícil dar con el paradero de esa información, pero tenemos ese expediente, que en su minuto tramitaron los entonces jueces y ex ministros de la Corte Suprema Adalis Oyarzún y Jaime Rodríguez, en su paso por esta jurisdicción. Es una investigación bastante completa, pero en ese entonces no se pudo perseguir la responsabilidad de personas determinadas, ya que la causa se derivó a la Justicia Militar por incompetencia de la justicia ordinariaT.

La ministra Marta Pinto se referirá al mediodía de hoy a los últimos antecedentes surgidos en esta causa penal, que derivaron en la detención y procesamiento de un sargento en retiro de Carabineros.

Como defensor de Nolberto Raddatz fue designado el abogado Juan José Arcos, quien dispone de un plazo de 5 días para interponer un recurso de apelación en contra del auto de procesamiento ante la Corte de Apelaciones, tribunal que en definitiva deberá revisar la actuación de la ministra sumariante en esta causa.


Hija de trabajador asesinado en Natales durante la dictadura: “Nuestra vida en estos largos 40 años ha sido triste y penosa”

Fuente :laprensaaustral.cl, 6 de Mayo 2016

Categoría : Prensa

“Por qué lo mató?, ¿por qué lo hizo?” se pregunta una y otra vez Rosa Miranda Vera, la hija del malogrado trabajador Martín Miranda, fallecido hace 40 años a raíz de la presunta aplicación de tormentos por parte del sargento (r) de Carabineros, Nolberto Radattz Corrales, desde el miércoles se encuentra detenido y procesado por este caso.

La violenta muerte ocurrió en diciembre de 1976, fecha que cambió bruscamente la vida a la familia Miranda Vera, en ese entonces integrada por Ana Vera Recabarren, esposa del jefe de hogar, fallecida hace 20 años, y sus cinco hijos.

Rosa Miranda recibió anoche a La Prensa Austral en su hogar de Puerto Natales, donde también nos esperaba su hermano Moisés, aún estremecidos por la noticia informada a través de La Prensa Austral sobre el caso de derechos humanos que tuvo como protagonista a su padre.

Luego de la muerte de su papá, la hija recuerda que su madre no quiso saber nada más del tema por temor que le ocurriera lo mismo a uno de sus hijos, en pleno gobierno militar.

Reapertura de la investigación

Por eso, su sorpresa fue mayúscula cuando el año 2011 llegó hasta su hogar un funcionario de la PDI a darle a conocer que debía viajar a Punta Arenas a entrevistarse con la ministra de la Corte de Apelaciones, Marta Jimena Pinto. “La señora que me atendió tuvo un trato muy bueno y le dije todo lo que sucedió”, relató Rosa a este diario.

A cinco años de prestar declaraciones en esta causa penal, ella se muestra profundamente agradecida del actuar de la ministra. “Pienso que se va a hacer justicia. Por lo menos sabemos quien lo hizo, aunque pienso que deben haber más personas, porque no creo que lo haya hecho solo”, aludiendo al sargento en retiro de Carabineros, detenido en una unidad policial en Punta Arenas.

Consultada sobre cómo transcurrió su vida luego del traumático asesinato de su padre, Rosa Miranda afirmó: “Nuestra vida en estos 40 años ha sido triste y penosa. Nos quitó a nuestro padre cuando más lo necesitábamos, sin haber motivos ni nada. Me molesta y duele lo ocurrido”, reflexionó.

Todavía está sorprendida que “luego de 40 años se sepa la verdad sobre lo sucedido, de saber quien es el culpable y qué le hizo a mi papá”.

Ahora procura viajar hasta Punta Arenas para entrevistar con la ministra Pinto para conocer más detalles del avance de la investigación.

Su hermano, Moisés, en tanto, apuntó que “durante esos años todos fuimos perseguidos. Nos detenían por sospecha porque sabían de quien éramos hijos, por lo que finalmente terminamos trabajando en la Argentina. Lo más importante ahora es que sabemos quien fue el culpable en la muerte de nuestro padre”.

Un hombre honesto

Sus hijos recuerdan a Martín Miranda como un hombre honesto. Más vinculado al sindicalismo que a la política. Un buen lector a quien nunca escucharon proferir un garabato. “Mi papá nunca nos castigó ni nos levantó la mano. Con mi mamá hacían un buen matrimonio”, evoca Moisés.

El malogrado trabajador había llegado a Puerto Natales cuando tenía aproximadamente dos años desde la isla de Rilán, Chiloé. Aquí conoció a su esposa, quien era hija del primer matrimonio celebrado en Puerto Natales (integrado por Isaías Vera Manríquez y Elvira Recabarren Segura).

Juntos tuvieron cinco hijos, Rosa (la mayor) y cuatro hermanos varones más, tres de los cuales ya están fallecidos.

Al momento del Golpe de Estado, Martín Miranda se encontraba trabajando en la Estancia Cerro Guido. Allí, en dos oportunidades, junto a sus compañeros de trabajo fueron torturados por los militares, quienes tras golpearlos los tuvieron durante horas en una fosa con matas de calafate.

Al saber de lo anterior, su mujer le dijo que renunciara a su trabajo, lo cual hizo para continuar como carpintero en forma particular.

El 18 de diciembre de 1976, alrededor de las 18 horas fue detenido por Carabineros, quienes lo golpearon en la Comisaría para enviarlo luego a la cárcel pública.

Rosa y su madre recién se enteraron de la detención y golpiza al otro día cuando lo fueron a ver a la cárcel, donde se encontraba encogido por el dolor, narrándoles que lo habían golpeado. Ese mismo día quedó en libertad, para concurrir al hospital el 20 de diciembre. Allí el doctor Augusto Essmann, le manifestó que al igual que él habían muchas otras personas que habían sido golpeadas por carabineros y militares.

Pese a su gravedad, fue visitado por carabineros quienes le llevaron una hoja en blanco para que la firmara, siendo expulsados del lugar por el doctor Essmann.

Como Miranda continuaba grave fue operado de urgencia. Tras la operación le alcanzó a decir a su esposa que “la Pascua la voy a pasar acá pero el Año Nuevo vamos a estar todos juntos”.

Sus buenos deseos nunca se concretaron, a las horas comenzó a empeorar hasta fallecer el 23 de diciembre. Tras la autopsia, Carabineros determinó que fuera sepultado inmediatamente. Ante la negativa de la familia se les autorizó velarlo un día. El 24 de diciembre su cuerpo fue velado en su casa habitación, al día siguiente, en plena Navidad se realizaron sus funerales. Su familia trasladó su cuerpo hasta el Cementerio Padre Pedro María Rossa donde se encuentra su sepultura. Durante esos días también fueron visitados por un policía de civil quien les mencionó que en las notas necrológicas no mencionaran que su muerte había sido trágica.

Durante todo el gobierno militar esta familia fue acosada y hostigada por agentes del Estado, quienes llegaban a interrogar a su mamá con las preguntas más inverosímiles.

Atemorizada su familia, nunca intentó averiguar sobre la muerte de su padre, ni menos pedir justicia. Por ello, hoy, expresan su conformidad de que por lo menos se avance en el esclarecimiento de un crimen que ensombreció sus vidas.


Un golpe a la memoria: la muerte de Martín Miranda

Fuente :laprensaaustral.cl, 11 de Mayo 2016

Categoría : Prensa

Estando en mis manos los expedientes judiciales sobre los desgraciados sucesos que acontecieron en Puerto Natales el 23 de enero de 1919, inicié el trabajo de organizar el relato para llevar a los lectores el libro “La Rebelión de los Tirapiedras. Puerto Natales 1919”. Desde aquellos añosos documentos, intocados y escondidos en los profundos subterráneos del Archivo Nacional, comenzaron a emerger las identidades de muchos protagonistas de esa gesta pueblerina.

Me alegró la idea de poder rescatar para la memoria de nuestra comunidad las identidades de muchos de sus antepasados; actores fundamentales de aquellos años de fundaciones y  desencuentros. Lo que en su momento fue un estallido social en la búsqueda de condiciones mínimas de sobrevivencia en esta parte ignorada de la Patagonia Profunda, la pasión de los hombres la transformó en un  hecho de fuertes connotaciones políticas. Partí del supuesto que los perdedores, los que se quedaron en Puerto Natales y siguieron gestando nuevos brotes de descendencia, habían dejado alguna huella en sus continuadores. 

Craso error. Fue decepcionante descubrir como los descendientes -de aquellos que pasaron momentos difíciles producto de la fractura social de aquel lejano 1919- desconocían absolutamente el protagonismo de sus antepasados. Llegué a la conclusión de lo difícil que es generar en los pueblos memoria histórica. Se impone la aspiración individual de seguir viviendo con fortaleza y equilibrio emocional, controlando de manera exitosa todos los miedos.  Reafirmar aquello, yo soy más que mis cicatrices.

Comprobé el fuerte impacto que tuvo entre nosotros, la información de este diario, sobre la muerte del carpintero Martín Gustavo Miranda Aguilar, fallecido el 23 de diciembre de 1976 en el hospital de nuestra ciudad. La muerte fue producto de la aplicación de tormentos por parte de funcionarios de Carabineros, agentes del Estado, quienes se ensañaron con el  torturado por su militancia socialista.

Quienes tuvieron acceso al expediente judicial, señalan que el martirio de Miranda antes de morir, no habría sido conocido en nuestros días,  si de por medio no hubiese existido la confirmación médico forense de la causa de muerte por un feroz maltrato. Esta confirmación fue entregada en diciembre de 1976, por el operador del equipo de rayos X, José Luis González, del legista doctor Remigio Sapunar (QEPD) y los médicos que trataron de salvarle la vida operándolo, doctor Julio Reyes y doctor Augusto Essmann (QEPD). La ministra a cargo del caso, Marta Jimena Pinto, ha cumplido en forma meritoria esta función de esclarecimiento, deteniendo y procesando a un sargento en retiro de Carabineros.

Muchos de quienes legitimaron por razones de venganza política la actuación de los represores de aquellos años, hoy al enfrentarse con la memoria histórica, se preguntan con cierto remordimiento, el porqué del martirio y la ferocidad contra un enemigo desarmado y derrotado. Una hija de Miranda confiesa “nuestra vida en esos largos cuarenta años  ha sido triste y penosa”. Luego de la muerte de su padre, la hija recuerda que su madre no quiso saber nada más del tema por temor a que le ocurriera lo mismo a unos de sus hijos en pleno gobierno militar, continúa la notable crónica de Gabriel Leiva sobre el caso.

Al finalizar, creo firmemente que nos ha servido este golpe a la memoria, porque es sabido que un pueblo sin memoria, está condenado a repetir sus errores.

Por Ramón Arriagada