Comisaría de Carabineros (4ta), Río Bueno

 Los hombres y mujeres que estuvieron detenidos en este lugar denunciaron haber sido tratados con violencia desde el mismo momento de su detención. Varios declarantes fueron golpeados frente a sus hijos pequeños y a sus mujeres. Luego, durante el trayecto hasta la comisaría, fueron maltratados.

Al llegar, eran amarrados, algunos con alambre de púas, se les vendaban los ojos y los encerraban en calabozos a los que se lanzaba agua constantemente. En esas condiciones permanecían durante varios días, sin alimento, incomunicados e interrogados y torturados. Desde aquí eran trasladados a Valdivia, la mayoría a la Cárcel de esa ciudad, en camiones militares, amarrados unos con otros y en muy malas condiciones físicas.

En la década de 1980, según los detenidos que estuvieron allí, la CNI participó en la Comisaría, trasladándolos a un recinto ubicado en la ciudad de Valdivia. Los testimonios de detenidos en este recinto en 1973, refieren la aplicación de electricidad, golpes, posturas forzadas, amenazas de detención y tortura a sus familiares, simulacro de fusilamiento, el submarino, introducción de agua a presión por la boca y la nariz, golpes con martillos en las uñas, fueron obligados a escuchar torturas infligidas a otros detenidos y soportaron vejación y violación sexual.

Criminales y Cómplices:

Holteman (chofer de ambulancia, responsables por desaparición de Rió Bueno); Sergio Duhalde "El ronco" (uno de los responsables por desaparición de Río Bueno); Juan Arturo Fuentes (responsables por desaparición de Rió Bueno); Alejo Hott (responsables por desaparición de Rió Bueno); Martínez "Polvareda” (responsable por desapariciones de Río Bueno); Iribaldo Martínez (responsable por desapariciones de Río Bueno); Rasú "El Turco"(responsable por desaparición de Rió Bueno); René Reine (responsables por desaparición de Rió Bueno); Vera "Lalo" (responsables por desaparición de Rió Bueno);

Fuentes de Información Consultadas: Informe Valech; CODEPU; Archivo Memoriaviva;

Preso político, detenido en septiembre de 1973.

“…en otra sesión de interrogatorio las preguntas iban precedidas de martillazos sobre las uñas de los dedos de ambas manos, uno a uno,  hasta que quedaban completamente inflamados y por lo tanto insensibles, por tal razón creo que cambié todas mis uñas…”