Escuela de Suboficiales del Ejército


Ubicación: Blanco Encalada 1550 Santiago Región Metropolitana

Rama:Ejército

Geolocalización: Google Maps Link


Descripción General

Categoría : Otra Información

Las antiguas dependencias de la Escuela de Suboficiales ubicada en en Blanco Encalada 1550 (edifico hoy asignado al Museo Histórico y Militar) fue otros de los centros de detención y tortura utilizado por el Ejército después del 11 de Septiembre de 1973. Este lugar esta estrechamente ligado con la detención y desaparición del estudiante José Orlando Flores Araya (19 años). José fue detenido en la escuela por una patrulla comandada por el teniente Haroldo Alberto Latorre Sánchez y llevado a la Escuela de Suboficiales del Ejercito, donde fue interrogado y mas tarde entregado a la DINA y llevado a Villa GrimaldiJosé Orlando Flores Araya se encuentra desde ese entonces desaparecido.

Criminales y Cómplices:

Brigadier general Hernán Ramírez Hald; teniente Haroldo Alberto Latorre Sánchez; teniente Patricio Fuentes Brunetti; capitán Pedro López Morales

 

Fuentes de Informacion Consultadas: Infome Rettig; Diario “Punto Final”


¿Dónde está José Flores?

Fuente :Punto Final, 2 de Febrero 2001

Categoría : Prensa

El general Ramírez Hald sabe pero calla

El brigadier general (r), Hernán Ramírez Hald, quien debió pasar a retiro anticipado en noviembre, por su procesamiento como cómplice en el caso Tucapel Jiménez, debe responder ahora por otro delito: el secuestro y desaparición del estudiante de 19 años, José Orlando Flores Araya, a quien interrogó y torturó en agosto de 1974.

"Quién sabe cuánto sufrió mi hijo… Una joven que le vio en Villa Grimaldi dice que estaba muy mal…", dice su padre, Orlando Flores. La familia que había formado con Lidia Araya no tenía grandes problemas. Habían comprado una casa en Maipú para vivir con sus seis hijos y, quizás más adelante, verían crecer a sus nietos. El taxi de don Orlando permitía esa expectativa. José Orlando, el mayor de los hijos, estudiaba combustión interna de automóviles en la Escuela Industrial "Cuatro Alamos" de Maipú y militaba en las Juventudes Comunistas. "Nosotros éramos de Izquierda. Soy obrero y pertenezco a la clase trabajadora. No podíamos estar, en ese tiempo y ahora, de parte de los explotadores… Pero no se puede matar por pensar distinto", enfatiza Orlando Flores.

A las 10:30 horas, una patrulla militar llegó hasta la escuela. El teniente Haroldo Alberto Latorre Sánchez, de 27 años, venía al mando de la patrulla. Lo acompañaban dos oficiales y dos conscriptos. Al ingresar al establecimiento, solicitó al director, Luis Figueroa Márquez, citar algunos alumnos para interrogarlos por una supuesta recolección de dinero para el PC. Verificaron los antecedentes de cada uno y José Flores fue sacado por los militares en presencia del director, del inspector general y de alumnos. El libro de clases del 4º año "A" de 1974 consignó en su hoja de vida: "23 de agosto de 1974, el teniente Haroldo Latorre retira al alumno para interrogarlo". José Flores Araya fue llevado a la Escuela de Suboficiales, en Blanco Encalada 1550, sin registrar su ingreso en el libro de guardia de la unidad, a cargo del teniente Patricio Fuentes Brunetti. Este compartía la guardia con el capitán Pedro López Morales, oficial de ronda. El joven fue entregado a un teniente jefe del Departamento II o "de inteligencia" de la Escuela de Suboficiales: Hernán Alejandro Ramírez Hald, quien lo interrogó ese día. Cerca de las 13 horas, los tenientes Haroldo Latorre y Hernán Sánchez llegaron en un jeep a la casa de Flores. "Rompieron todo y lo único que encontraron fue un panfleto de la UP", recuerda su padre. Horas después fue arrestado el profesor José Tomás Alfaro Acuña. También fue conducido a la Escuela de Suboficiales, donde se encontró con el estudiante Flores. Esa noche, Ramírez Hald los entregó a la Dina sin dejar registro de su salida. Ambos fueron trasladados a Villa Grimaldi en Peñalolén. El profesor Alfaro allí pudo escuchar la voz de José Flores y su nombre en la lista de los prisioneros hasta el 29 de agosto del 74, fecha en que él fue trasladado a Tres Alamos. Otra joven, Myriam Vega, detenida en Maipú el mismo día que Flores, señala que estuvo con él en Villa Grimaldi, durante un careo. Pudo ver al joven en muy mal estado producto de las torturas. En adelante se pierden los rastros de Flores. Al día siguiente de la detención -el 24 de agosto- su madre fue hasta la Escuela de Suboficiales y el cabo de guardia le indicó que durante la noche su hijo había sido sacado por agentes de la Dina. Dos días después un agente se presentó en su domicilio y le comunicó que su hijo se encontraba en la Dina, llevándose diversas pertenencias del joven.

La madre concurrió ese mismo día a la Escuela de Suboficiales y se entrevistó con Hernán Ramírez, quien le aseguró que José Flores había quedado libre la misma noche del 23 de agosto. Esto fue puesto en duda por el teniente Latorre quien señaló que no tenía constancia de la libertad del joven y que, al parecer, Ramírez Hald lo había entregado a la Dina. La señora Lidia Araya presentó el 27 de agosto del 74, el primer recurso de amparo en favor de su hijo en la Corte de Apelaciones de Santiago. Más tarde, otros se agregarían sin ser acogidos. Casi al mismo tiempo, se presentó una denuncia por presunta desgracia ante el 7º Juzgado del Crimen. A pesar de los antecedentes acumulados, el juez decretó el cierre del sumario el 4 de octubre de 1976. La resolución quedaría sin efecto en enero de 1979. Meses después, la causa quedó en manos del ministro en visita Servando Jordán, quien declinó su competencia a la justicia militar a fines de ese año, lavándose las manos.

La familia continuaba sin cesar la búsqueda.

Otra noticia les había devuelto la alegría, llegaba el primer nieto. El 28 de febrero de 1980 llegaron a casa a celebrar el bautizo del pequeño que aún no cumplía un año. Un golpe en la puerta no los dejó comenzar: era la CNI. Detuvieron a los padres de Flores y a cuatro hijos; sólo dejaron a Lidia Flores y su pequeño. Al día siguiente volvieron por ella y el niño quedó en custodia de unas monjas.

Canadá les otorgó asilo a los cinco jóvenes. A los pocos días Lidia, Patricio, Claudio, Clara y Mariluz Flores Araya llegaban a un país desconocido y sus padres quedaban presos en Chile. "Dijeron que yo era un comandante del MIR. Humberto Gordon nos interrogó y nos torturaron hasta hacernos firmar un documento. Mi esposa y yo estuvimos presos 16 meses", dice Orlando Flores. Al ser liberados, la señora Lidia Araya se fue a Canadá, por la grave enfermedad al corazón que padecía. Nunca más volvería a Chile. El 3 de enero pasado, los hermanos Flores Araya presentaron una querella patrocinada por el abogado Nelson Caucoto en contra de Augusto PinochetHernán Ramírez Hald y todos los que resulten responsables. La familia señala que no descansará hasta lograr que condenen a los responsables del crimen. "Ramírez Hald, Haroldo Latorre y todos los responsables tienen que pagar. Tengo un dolor tan grande al ver a Latorre que se pasea en Maipú, feliz y lleno de plata", señala don Orlando.  Haroldo Latorre tiene el cómodo pasar de un coronel retirado y es dueño del Instituto O’Higgins de Maipú

"Brillante" oficial

Hernán Ramírez Hald era el primer oficial en servicio activo al que procesaban en un caso de derechos humanos. Era la 18ª antigüedad del ejército al momento de ser notificado de su procesamiento como cómplice en el asesinato del dirigente gremial Tucapel Jiménez y tenía una carrera "impecable" en la institución donde fue profesor y subdirector de la Academia de Guerra; jefe del regimiento Bulnes; secretario de la Dirección de Inteligencia del ejército en 1996; condecorado por Frei Ruiz-Tagle con la medalla Presidente de la República, en 1997; comandante de la División de Ejército de Concepción, en 1999; y, al momento de su procesamiento, tenía a su cargo el comando de industrias militares e ingeniería. Sin embargo, decidió adelantar su retiro para no "manchar" a su institución; gesto por el que fue recibido y felicitado por el presidente Lagos en La Moneda.

 


Funado dueño de colegio en Maipú

Fuente :Punto Final, 30 de Mayo 2001

Categoría : Prensa

Cerca de 500 "funeros" llegaron el viernes 30 de mayo hasta el Colegio Instituto O´Higgins de Maipú para denunciar al coronel (R) Haroldo Latorre Sánchez, dueño y rector del establecimiento, quien detuvo en 1974 a un estudiante del Liceo Politécnico de esa misma comuna. El Instituto funciona en las esquinas de Avenida Pajaritos y Tristán Valdés, su teléfono es el 531 1849.

"¡Todos somos José Flores! ¡todos somos José Flores!", gritaban al unísono los centenares de jóvenes que marcharon desde la plaza de Maipú hasta el Instituto O´Higgins, mientras decenas de estudiantes miraban asombrados e incrédulos desde el interior del recinto. La marcha se había iniciado pocos minutos después de las cinco de la tarde, al desplegarse un lienzo que acusaba a Latorre del desaparecimiento de este estudiante de 18 años, enfilándose por la Avenida Pajaritos en dirección al norte encabezada por una muchacha, que portaba una bandera chilena, y dos jóvenes vestidos de negro que representaban una persecución, con el típico sonido de fondo de los tambores, pitos y el "ole, ole, ole, ola. Ole, ole, ole, ola. Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a funar".